Dos guerras mundiales, tres dictaduras monstruosas —la Unión Soviética, la Alemania Nazi y la China comunista— y cada variante devastadora de un experimento socialista con una brutalidad y desesperación a escala global no parecen ser suficientes para que los intelectuales cuestionen o revisen su dogma. Todavía creen que denunciar a los ricos es desafiante, idealista y poco convencional. Todavía creen que el dinero es la causa de todos los males; excepto, por supuesto, el dinero del gobierno, que es, para ellos, la solución a todos los problemas.
Ayn Rand
China se convirtió en la segunda economía más importante del mundo. Su notable crecimiento económico ha generado un cambio en la forma de ver al gigante asiático, pero esto no debe opacar serios problemas que son denunciados por organismos internacionales respecto a abusos cometidos por el Estado. En este artículo nos preguntamos acerca de la relación entre China y los derechos humanos.
Introducción
Tras la decisión de Estados Unidos (a la cual se sumaron Reino Unido, Australia y Canadá) de no enviar ministros a los Juegos Olímpicos 2022 celebrados en China (BBC, 2021), se cuestiona el genocidio contra los uigures (etnia del noroeste chino) y las permanentes violaciones a los derechos humanos ocurridas en el gigante asiático.
Al consolidarse como uno de los países más importantes, China ha demostrado al mundo un gran cambio, pero ¿logrará borrar los 40 millones de muertos que dejó la gran hambruna generada por el Gran Salto Adelante, como así también las 10 mil personas asesinadas durante la masacre de Tiananmen, sin olvidarnos de lo que está ocurriendo en Sinkiang?
Se procederá con un breve resumen acerca de la definición de derechos humanos y los antecedentes que se le cuestionan al gigante asiático. Luego, se describe la situación de quienes defienden los derechos humanos en China y de los periodistas tanto extranjeros como chinos, seguido de una puesta en manifiesto de una de las persecuciones étnicas y religiosas practicada por el Gobierno Chino hacia los uigures y finalmente una pequeña conclusión con las ideas centrales del artículo.
Derechos humanos
En 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas, estableció la Declaración Universal de derechos Humanos; definiéndolos como: los derechos que tenemos básicamente por existir como seres humanos. Estos derechos son universales, inalienables, Indivisibles, interdependientes, equitativos y no discriminatorios.
Algunos ejemplos destacados de derechos y libertades son; el derecho a la vida, a la libertad de expresión, de opinión y de conciencia, a la educación, a la vivienda, a la participación política o de acceso a la información son algunos de ellos.
Es interesante observar como en China, el gobierno continúa, en pleno siglo XXI, vulnerando estos derechos y libertades sin respetar a las personas en su condición humana. Un importante luchador por los derechos humanos, que merece ser destacado, fue el nobel por la paz; Liu Xiaobo, arrestado en diciembre de 2008 luego de que se publicara la “Carta 08”, que buscaba más respeto por los derechos humanos y terminar con el régimen del partido único en China (Siems y Hoffman, 2012).
Antecedentes: el gran salto adelante y la matanza de Tiananmen
Hace 32 años ocurrió un hecho atroz que dejó alrededor de 30 y 45 millones de muertos: el Gran Salto Adelante. Frank Dikötter, un reconocido profesor en las Universidades de Londres y Hong Kong, a través de su libro “La gran hambruna en la China de Mao” explica que durante la época de Mao murieron aproximadamente 45 millones de personas por torturas, desapariciones y campos de concentración, pero su gran mayoría murió de hambre. El autor encuentra el problema en el sistema único de partido, puesto que le otorga impunidad a los gobernantes.
Siguiendo con la matanza de Tiananmen, tal como describe el diario BBC (2019) para el gobierno de China, la misma justifica la intervención de las fuerzas de seguridad porque debían “frenar la turbulencia política”. Finalmente, el gobierno consideró tabú toda discusión acerca de las protestas y represiones (BBC, 2019).
Ronald Lew explica la postura ante todas las acusaciones donde el Partido Comunista Chino se escuda bajo el autoritarismo, porque pretende hacer de China un “Estado fuerte”, que no debe consultar al pueblo, lo cual lo está volviendo cada vez más ilegítimo (Lew, 1999).
Así sea una sola persona la que muera en manos del Estado, no se debe permitir que dicho acto siga considerándose tabú; debería estudiarse y repudiarse, tal como se hace con el holocausto judío o el armenio. El mundo debería darle más visibilidad a los hechos que están ocurriendo en Sinkiang.
Defensores de derechos humanos y periodistas
Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras son algunos de los organismos que tratan de visibilizar lo que ocurre allí, de hablar por aquellos que tienen voz, pero que no puede ser escuchada, que es casi como no tenerla.
Según el portal de Amnistía; el gobierno chino persigue continuamente a activistas y defensores de derechos humanos, los cuales generalmente sufren de “hostigamiento, intimidación, desaparición forzada, detención arbitraria y en régimen de incomunicación, y largas condenas de prisión” (AMNISTÍA, s/f).
Un grave problema es que el poder judicial depende del Partido Comunista Chino, esto provoca la negación a la libertad de circulación a abogados de derechos humanos como así también se les impide el derecho a la información. La mayoría de las veces los extranjeros terminan siendo expulsados, o les niegan su visado (AMNISTÍA s/f)
Una cuestión importante, tal y como explica Ronald Lew, profesor de la Universidad Libre de Bruselas, ya no solo es el mundo el que exige al gobierno chino, sino sus ciudadanos comenzaron a reclamar transparencia, así como también un Estado de derecho y se muestran actualmente comprometidos en la lucha por sus derechos, deberes y libertades (Lew, 1999).
Persecución étnicas y religiosas: el caso uigures
A traves del informe realizado por Amnistía titulado “China: “Like We Were Enemies in a War”: China’s Mass Internment, Torture, and Persecution of Muslims in Xinjiang” se puede corroborar que China está cometiendo un genocidio silencioso, justificado por el partido Comunista que acusa a la minoría uigures de ser una “amenaza terrorista” y obliga a borrar de las memorias de dicha minoría étnica sus creencias y tradiciones con el objetivo de alcanzar una Nación China homogénea donde el idioma y la cultura sean uniformes y su sociedad, leal al Partido Comunista Chino.
Entre los crímenes, expuestos por personas que los sufrieron o que pudieron observarlos, se destaca el “encarcelamiento u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales del derecho internacional; tortura y persecución”. El problema con esto es que la detención opera fuera del ámbito del sistema judicial y de otras leyes nacionales, pero es bien sabido que en China no es independiente del Partido Comunista Chino, además existen ciertos problemas de competencia y eficiencia (Garot, 2009).
Las personas entrevistadas por Amnistía informaron acerca de una campaña de adoctrinamiento y tortura recibida en los centros de “formación vocacional”, “transformación por la educación” y “desradicalización” donde “el ejercicio, la alimentación, el agua, la atención a la salud, las condiciones higiénicas y sanitarias, la ventilación y la exposición a la luz natural eran insuficientes”, en síntesis, un terrible golpe para los derechos Humanos.
Por otra parte, si se tiene en cuenta el Artículo 18 de la Convención de Derechos Humanos (“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión”), vemos que está siendo totalmente corrompido por el gobierno Chino. En palabras de un entrevistado que fue víctima de los campos de concentración: “…No deben agradecerle a Alá; deben agradecerle a Xi Jinping por todo”. El informe indica que “A las personas musulmanas se les impide rezar, asistir a las mezquitas, enseñar religión, llevar indumentaria religiosa y poner a sus hijos e hijas nombres islámicos”.
Pero no es solo el hecho de estar en el campo de concentración una gran tortura, ya que, a pesar de que las victimas lograran salir, sus derechos seguían siendo vulnerados. Sobre todo se ve restringida su libertad de circulación y políticas discriminatorias y, por si esto fuera poco, son sometidos a la vigilancia electrónica y personal.
Conclusión
Quedan muchas cuestiones, que por la extensión del artículo no son posibles de visibilizar, entre ellas; como son vulneradas las mujeres y las minorías sexuales en esa sociedad, por ejemplo, con la regla de los tres hijos que no permite la libertad a la hora de decidir cuántos hijos tener. Por otra parte, según Amnistía, en marzo de 2019, “el gobierno chino aceptó las recomendaciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU de prohibir por ley la discriminación contra las personas LGTBI”. Esto no se ve en la práctica, ya que “Las autoridades y la profesión médica deben dejar de clasificar a las personas transgénero como enfermos mentales”.
Por otra parte, tenemos la persecución a través de la vigilancia tecnológica, sin olvidar de la censura a internet, como así también el tema de la pobreza que, de acuerdo al Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “es la condición humana que se caracteriza por la privación continua o crónica de los recursos, la capacidad, las opciones y la seguridad, y el poder necesario para disfrutar de un nivel de vida adecuado, de otros derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales”
Para finalizar, Ayn Rand dijo una vez “Lo más difícil de explicar es lo evidente que todo el mundo había decidido no ver”. El mundo debe dejar de ignorar esta situación y tomar cartas en el asunto, a través de una investigación profunda e independiente.
El Partido Comunista Chino en pos de perpetuarse en el poder, se encargó de aislar a su población y evitar que el mundo sepa las atrocidades que ocurren en su interior. Luego de tantas batallas para conquistar derechos y libertades, ¿es posible que en pleno siglo XXI el mundo tape sus ojos ante esta situación?
Si bien se puede observar que sus habitantes, apoyados por muchos organismos internacionales, comenzaron a despertar e iniciaron protestas repudiando este sistema que los apresa, no sin recibir consecuencias, cabe preguntarse… ¿Sirve de algo los gritos de libertad y deseos de un país justo si la raíz del problema continúa (según Dikötter, un Estado gobernado por un único partido sin control)? A pesar de ello, “Hace más ruido un sólo hombre gritando que cien mil callando” (José de San Martín).
Bibliografía
AMNISTÍA INTERNACIONAL (2021) China: “Like We Were Enemies in a War”: China’s Mass Internment, Torture, and Persecution of Muslims in Xinjiang, Diponble en “Like We Were Enemies in a War”
AMNISTÍA INTERNACIONAL (s.f.) Los Derechos Humanos ¿Qué son los derechos humanos?
AMNISTÍA INTERNACIONAL (2020/2021) Informe 2020/21 Amnistía Internacional: La situación de los derechos humanos en el mundo (pp. 145-152) Derechos Humanos en China- Situación Actual
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AMNISTÍA INTERNACIONAL (s.f.) “China: Las personas transgénero arriesgan sus vidas con peligrosas autocirugías” Disponible en China: Las personas transgénero arriesgan sus vidas con peligrosas autocirugías
BBC News (2021) Boicot a China: Estados Unidos decide no enviar delegados a los Juegos Olímpicos de invierno Pekín 2022 Disponible en Boicot a China: Estados Unidos decide no enviar delegados a los Juegos Olímpicos de invierno Pek
Dikötter F (2017) “La gran hambruna en la China de Mao” Barcelona Editorial Acantilado
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Radio Media Naranja (2021) La hambruna en la China de Mao es poco conocida
¿Por qué? Disponible en La hambruna en la China de Mao es poco conocida ¿Por qué?
Siems y Hoffman (2012) El premio Nobel de la Paz al escritor Liu Xiaobo Disponible en El premio Nobel de la Paz al escritor Liu Xiaobo | Escritos Críticos
MARÍA SOL LUSSO MARTÍN: Estudiante de Relaciones Internacionales, Universidad Católica de Córdoba.