Por Alfonso Lorenzo de Olmos
Italia se encuentra en una situación política que es vital por las condiciones sociopolíticas económicas que atraviesa el continente actual. Ante ello, estas elecciones venideras pueden posiblemente esperar a que el país mediterráneo logre empezar a salir del caos político que la ha dominado en este año.
La Crisis Política de Italia
El actual panorama político que vive Italia comienza desde las últimas elecciones parlamentarias y mandatarias que tuvieron lugar en el año 2018. En ellas, el resultado fue donde el Parlamento quedó sin un bloque con mayoría absoluta.
Para que se pudiera llevar a cabo su mandato, el primer ministro electo Giuseppe Conte tuvo que conformar un gabinete de coalición compuesto por los partidos de la talle del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y Liga Norte.
Al año siguiente, en 2019, con el segundo mandato de Conte, el gabinete viró a la izquierda con el Partido Democrático (PD), Libres e Iguales (LeU) e Italia Viva. El M5S se mantuvo en el gabinete.
Sin embargo, en enero de 2021, el partido Italia Viva se retiró del gabinete. Matteo Renzi, exprimer ministro y líder del partido, criticó fuertemente a Conte sobre el plan político de recuperación económica tras la pandemia de COVID-19.
Por la falta de apoyo mayoritario en las cámaras de Senadores y Diputados, a Conte no le quedó otra que renunciar. Fue así que el presidente Sergio Mattarella designó a Mario Draghi, banquero y ex presidente del Banco Central Europeo, como su sucesor.
Pero no fue el fin de la historia porque la tensión entre Conte y Draghi aumentó cuando el 13 de julio del 2022, Conte anunció que el M5S rechazaría un proyecto de estímulo de 23 mil millones de euros para la recuperación postpandemia y la guerra en Ucrania.
Aunque el M5S no quitó el apoyo al gabinete de Draghi, el primer ministro tomó el rechazo al proyecto como una renuncia implícita a la coalición. Por no conseguir la mayoría absoluta en un voto de confianza, Draghi presentó su renuncia. Esto tuvo como consecuencia a que las elecciones fuesen adelantadas ocho meses al 25 de septiembre.
Los Candidatos que se presentan en las elecciones
Dentro de los principales candidatos políticos se encuentran cerca de la meta están el Demócrata, Enrico Letta y la líder de los Fratelli D’ Italia, Girogia Meloni, quien según las encuestas podría ser la nueva líder de Italia.
En el caso de Enrico Letta, líder del Partido Democratico, según su sitio web, se convirtió en ministro de Políticas Comunitarias con 32 años, siendo el más joven de la historia republicana en llegar a este cargo. También ha ocupado otras carteras ministeriales, como las de Industria o Comercio Exterior, y ha sido diputado en los parlamentos italiano y europeo. Además, fundó la Escuela de Políticas que lleva el nombre del exministro de Defensa Beniamino Andreatta y desde 2015 es decano de la Escuela de Asuntos Internacionales de París de la Universidad SciencesPo. En cuanto a su programa electoral hay tres pilares que su partido apoya y son: el desarrollo sostenible y la transición ecológica y digital; el trabajo, conocimiento y justicia social; y derechos y ciudadanía. Es así que estos sirven para crear un plan nacional de energías renovables, economía circular y movilidad sostenible, fomentar el alquiler accesible para menores de 35 años o combatir la desigualdad de género mediante un plan específico de empleo femenino.
Por su parte, está Giorgia Meloni, quien aparece siendo la nueva cara de la derecha política italiana desde que tomó el liderazgo del partido Fratelli D’Italia en el año 2017. Al principio, ella comenzó siendo abiertamente crítica a las políticas migratorias en Italia, en conjunto con los derechos a los grupos del movimiento LGBTQP+, entre otros temas. Sin embargo, en los últimos días, Meloni moderó su discurso en cuanto a las políticas del aborto y los derechos a las mujeres. Además incluyó en su programa la lucha contra el cambio climático y los programas de beneficios sociales para las familias italianas.
Además de estos dos, aparecen Matteo Salvini, del partido Lega, un personaje que fue polarizante en los últimos años de la década anterior por su oposición a que Italia firmase el Compacto Global de la Migración propuesta por las Naciones Unidas en 2018 y con acercamientos hacia políticos de la talle de Viktor Orbán (Hungría) y la excandidata de las elecciones presidenciales de Francia, Marine Le Pen. A su vez, ha ocupado distintos cargos en el Gobierno italiano, como el de vicepresidente del Consejo de Ministros o ministro de Interior, además de miembro del Parlamento Europeo entre 2004 y 2018, con un parón entre los años 2006 y 2009. Dentro de su agenda política se destaca el control migratorio y poner en marcha la conocida Quota 41: que los trabajadores puedan alcanzar el derecho a una pensión de jubilación anticipada tras 41 años de cotización. En el caso de las mujeres, se añade un año de cotización ficticia por cada hijo.
Luego aparece Silvio Berlusconi, líder del partido Forza Italia, que ha gobernado el país del sur europeo entre las décadas del ’90 y principios del 2000. En su programa político aparece la lucha contra la inmigración ilegal que enfrenta Italia, la lucha por defender la familia nuclear y la identidad cultural italiana. Sin embargo, sus pasados episodios de corrupción, en conjunto con sus polémicas en cuanto al fascismo y su visión en el tema de la guerra de Rusia y Ucrania representan un obstáculo para su retorno al poder.
Por último, destacan el exprimer ministro, Guiseppe Conte, del partido M5S, quien pide por la reforma del título V de la Constitución “para devolver la salud a la gestión directa del Estado y evitar las actuales disfunciones de los sistemas regionales”. Junto con Conte están la Alianza Carlo Calenda y Matteo Renzi y Emma Bonino. La última aboga por los derechos a los grupos del movimiento LGBTQP+ y fronteras abiertas.
Conclusión
Más allá de las últimas encuestas que favorece a la centroderechista Girogia Meloni, los demás candidatos, como Letta tienen agendas que pueden ser decisivas para el futuro de Italia. Es así porque quien suceda a Draghi como primer ministro se enfrentará a retos desafiantes.
Dentro de ellos están la aprobación de una ley presupuestaria antes de finales de año hasta la posible escasez de energía de este invierno, pasando las reformas necesarias para asegurar el siguiente tramo de los fondos de ayuda de la Unión Europea. Seguido de ello, están la actual guerra entre Rusia y Ucrania, la cuestión de crear el ejército europeo y la actual crisis económica que llevará tiempo superar.