Por Agustina Bonatti
Muchas veces tomamos los Mundiales de Fútbol como un simple evento deportivo, solo pasa a ser una locura total para los fanáticos de la esférica, pero nada mucho más trascendente que eso; excepto por la parte de la preparación de las sedes y, a lo sumo, elegir nutrirnos de sus costumbres, aprovechar su lado cultural.
Sin embargo, hoy podemos decir que sí, que es mucho más que eso. No solo en lo emocional porque, bueno, somos argentinos que sentimos. Que sentimos mucho. Sino también creo que podemos utilizar la “cita máxima” de estos últimos 28 días para explicar metafóricamente (aunque quizá en algunos casos sea literalmente), muchas dinámicas dadas en el sistema internacional que se vieron reflejadas en los partidos, en los gobiernos y hasta en los mismos hinchas.
Noviembre, el mes más esperado del fútbol
Desde que empezamos a palpitar la previa que se vivía ante la organización por parte de Qatar, lo primero que se pensó debía ser reglado fue el choque cultural entre oriente y occidente; qué sí y qué no, dónde, cómo y cuándo. Del otro lado del globo, la información sobre cuestiones como el supuesto maltrato para la realización de las instalaciones llevadas a cabo por personal extranjero acusado por Amnistía Internacional y Human Rights Watch, como así también la censura a la libre expresión fueron los bastiones centrales en la hora de decidir cantar o no en la ceremonia de inauguración del Mundial. Así es como diversos artistas occidentales decidieron no cantar “hasta que se respeten los Derechos Humanos.
Primera vez de un mundial en un país árabe, demostrando que ante la inestabilidad que se siente, sobre todo desde el sacudón que nos dió a nivel global la pandemia del COVID-19, los países petroleros han sido los fortalecidos. Si bien se considera que no se debe hablar hipotéticamente, considero que en estas situaciones era el lugar geográfico más preparado en cuanto a situación económica para llevar a cabo semejante infraestructura y recibir a tantas delegaciones en las condiciones que merecían; construcción de una ciudad completamente nueva donde se jugará la final, 100 nuevos hoteles, nuevos metros y nuevas carreteras.
Algunos partidos que nos hacen pensar más allá del fútbol
Desde el partido inaugural nos llevamos muchas sorpresas. Empezando por la derrota de la selección sede 0-2 frente a Ecuador, siendo Qatar el primer país en perder como local y sede de Copa del Mundo. Luego, el martes, nos sorprendimos con la dura derrota de Argentina frente a Arabia Saudita, y la repercusión que tuvo en cada uno de los respectivos estados este resultado; el gobierno saudí declaró feriado el día posterior al triunfo, entonces… ¿no era solo fútbol?
Días más tarde una sorpresa más: Japón vence a Alemania 2-1 y festeja ese triunfo histórico más que nadie. Gran sorpresa para todos, pero sobre todo, para los que jugaron al prode (o “polla”, como le decimos en Etruria); solo aquellos que querían ser distintos podrían haber ganado la serie con estos resultados.
Si pensamos en el sistema internacional, podemos ver como el orden occidental, que hoy sigue vigente, está siendo socavado por dos regiones que vienen en ascenso: Medio Oriente e Indopacífico. El primero luciéndose en el mercado internacional con la explotación de sus recursos y, el segundo, con sus acuerdos comerciales, destacándose la participación de muchos de los estados miembros del ASEAN, integración que cobró mucha relevancia en los últimos años. Por lo visto, sus avances no solo se reflejan fuera de la cancha.
Otro partido que vale la pena destacar es el de Estados Unidos vs Irán, que se enfrentaron por el pase a octavos. Si bien había mucho en juego, no se podía ocultar la carga política que tenía dicho encuentro: Teherán acusó hace unos meses a EEUU por instigar las protestas que se llevaron a cabo en el país, ya que habían roto sus relaciones diplomáticas en 1980. Esto llevó a que en el estado qatarí Al Thumama haya más seguridad que la prevista, pero todo se desarrolló con tranquilidad.
Algo muy similar se puede pensar en cuanto al aliento de Bangladesh a la Selección Argentina, que la seguían como si fuera la nacional, debido al triunfo de nuestro país frente a Inglaterra en el Mundial de México ´86, donde muchos bangladesíes quedaron prendados de la actuación de Diego Armando Maradona, que lideró a su equipo en la consecución del título. La victoria fue vista como una reivindicación contra el poderío británico.
Sentimiento compartido, ya que por casi 200 años, hasta 1947, Bangladesh fue parte de la antigua India colonial bajo el control británico. Este vínculo creado por el fútbol entre ambos países derivó en que la Cancillería argentina anunciara el proyecto para reabrir el año próximo la embajada argentina en Bangladesh, que se encontraba cerrada desde 1978.
Por último, destacar a la selección marroquí como la revelación de la Copa, es la primera vez que un equipo africano llega a las mayores instancias de la competencia. Si pensamos en nuestra materia, África ha avanzado mucho en los últimos años, sobre todo en lo que respecta a acuerdos bilaterales y multilaterales, ¿implicancias de la cooperación Sur-Sur?
Acciones que valen más que palabras
Debemos comenzar por la prohibición de la FIFA al uso del brazalete “One Love”, el cual buscaba promover la diversidad y la inclusión. El día que la selección alemana se tapó la boca en la foto anterior al inicio del partido, los fanáticos y jugadores comenzaron a hacer declaraciones del tipo: “nunca más una Copa del Mundo debe darse únicamente en función del dinero y las infraestructuras”. “Ningún país que se quede corto en derechos LGBT+, derechos de las mujeres, derechos de los trabajadores, o cualquier otro derecho humano, debería tener el honor de organizar una Copa del Mundo”. Siendo el fútbol un deporte tan asociado a lo masculino, este tipo de promociones era lo que faltaba para poder romper con eso, sin embargo, se decidió multar a los jugadores que rompieran con las reglas.
De todas formas, el respeto sí se pudo ver en otras instancias, como fue el gol que convirtió Embolo (Suiza) en el min 47 frente a Camerún, el cual no fue festejado porque Camerún fue el país que lo vio nacer, siendo luego nacionalizado en Suiza. El jugador sentía algo más que los nervios por enfrentar un partido en un mundial, y lo expresó comentando lo importante que era el juego tanto para él como para su familia.
Otro claro ejemplo, fueron las tres primeras mujeres en arbitrar un partido de hombres en la historia de los mundiales. Entre ellas encontramos a la francesa Stephanie Frappart, la brasileña Neuza Back y la mexicana Karen Díaz Medina, quienes dirigieron el encuentro del jueves 1 de diciembre, donde se enfrentaron Costa Rica y Alemania. Este no solo fue un gran avance a nivel internacional, sino que también deberíamos pensar lo que esto significa en un país con una cultura respecto a la mujer tan distinta a la occidental.
Desde las gradas, la protesta de las mujeres iraníes se hizo sentir, sobre todo, debido a la persecución que sufren en su país. Decidieron viajar para disfrutar del evento pero aún así se sienten perseguidas debido a los vínculos establecidos entre Irán y Qatar. Sin embargo, valoran y se sienten acompañadas por la cantidad de personas que se unieron a través del mensaje “mujeres, vida, libertad”. De todas maneras, si bien hacer oír su voz no es poca cosa, esta lucha costó la condena a muerte de un jugador de su selección.
Por último, otras de las acciones de las cuales tendríamos que detenernos a reflexionar, es sobre la noticia de la televisión china censurando imágenes de fanáticos del mundial sin mascarilla debido al confinamiento en el país por una nueva ola. ¿Hasta qué punto un gobierno puede decidir qué es lo que la población puede consumir a través de los medios de comunicación?
Para concluir, unas palabras a nuestra grandísima selección argentina
Si no lo sentís, si no lo sufrís, no sos argentino. Cómo no vamos a dejar un párrafo solo para argentina. Vos decime, ¿cómo no?. En una argentina con deudas, con desacuerdos, con una grieta cada vez Mayor, con todos los problemas económicos y políticos. Si, con esta Argentina que hoy es campeón mundial, la gente vuelve a sonreír. Porque sí. Porque en el fútbol las diferencias no importan.
Hoy 19 de diciembre, después de los alocados festejos por consagrarnos Campeones del Mundo por tercera vez en la edición 2022, solo queda decir: GRACIAS. Gracias jugadores, gracias cuerpo técnico, gracias AFA. De verdad, gracias. Porque son muchos los días que la Argentina duele, duele mucho; pero que increible se sienten aquellos que no lo hacen. La locura mundialista llegó a cada uno de los 47 millones de argentinos, nos hizo creer, nos hizo confiar, porque todos queríamos una alegría después de tanto.
Gracias por hacernos entender que TODOS JUNTOS SÍ SE PUEDE.