Por Yamil Roman Gonzalez Busto
Transnistria es un territorio ubicado en la región de Besarabia que se autodeclara como país independiente, sin embargo no es reconocido por el resto del mundo, ni por Rusia, país al cual se quieren anexar. A pesar de mantener las tradiciones soviéticas, en Transnistria no se practica el comunismo ni el socialismo, sino la economía de mercado. Su Estado responde al monopolio empresarial Sheriff, que controla casi toda la economía del país. La calidad democrática del régimen de Transnistria es cuestionable, y la situación económica y social de la región es precaria. La situación en Transnistria sigue siendo un tema altamente controvertido y complejo, que queda al margen de los futuros movimientos rusos.
En Moldavia se encuentra encapsulado en el tiempo, el último territorio soviético de Europa: La República Moldava Pridnestroviana (RMP), conocida popularmente como Transnistria. Está ubicada en la región de Besarabia, la cual pertenece actualmente a Moldavia y a Ucrania. A pesar de declararse como país independiente y actuar como tal (tiene su propia divisa, una constitución, un ejército permanente y un himno nacional), no es reconocido por el resto de las naciones del mundo, ni siquiera por Rusia, país al cual se quieren anexar.
Historia de la conformación de Transnistria:
En el contexto de la disolución de la Unión Soviética, año 1991, en la zona separada del resto de Moldavia por el río Dniester, habitaban en su mayoría eslavos pro rusos frente a una minoría moldava. Sumado a esto, anteriormente, el gobierno soviético de Mijaíl Gorbachov había implementado políticas de flexibilidad regional, razón por la cual Moldavia aprovechó para introducir el alfabeto latino. Ambos factores fueron detonantes para que el 2 de septiembre de 1992 se produzca la independencia de Transnistria.
En ese mismo año, Moldavia con un pequeño ejército recién conformado, no pudo tomar Transnistria que contaba con el apoyo de voluntarios y principalmente del 14° ejército ruso que aún se asentaba en la zona. Luego de 4 meses de guerra, el 21 de julio se firmó el alto al fuego que oficializaba la presencia del ejército sovietico en Transnistria, se establecía una zona de seguridad resguardada por efectivos de ambos bandos y por una fuerza de mantenimiento de paz rusa. Este pacto aún continúa hasta el día de hoy a pesar de existir una gran incertidumbre con respecto al futuro, teniendo en cuenta la actual guerra de Rusia con Ucrania.
Su interesante forma de practicar la economía:
A pesar de toda la estética soviética que adorna el territorio, en Transnistria no se practica el comunismo ni el socialismo, sino que predomina la economía de mercado. Su Estado en realidad responde al monopolio empresario Sheriff, que maneja casi toda la economía del país. Con estaciones de servicio, supermercados, el sector de la telefonía móvil, concesionarios de automóviles Mercedes Benz y hasta un club de fútbol que compitió en Champions League. Este imperio empresarial está presidido por un antiguo policía y probablemente también exagente del KGB, Viktor Gusan y tiene la capacidad de negociar con empresas de cualquier país sin discriminar por nacionalidad; incluso se dice que poseen diferentes pasaportes para cambiar de identidad según sus intereses. Se calcula que más de un 60% de las exportaciones transnistrias tienen hoy en día a la Unión Europea como destino, y parecen existir intenciones de expandir su imperio hacia Occidente, reduciendo sus relaciones con Rusia. Expertos aseguran que Sheriff paga más de la mitad de los impuestos que recauda el Gobierno de Tiraspol, controla más del 60% de la economía legal y también comanda la economía ilegal.
Una zona de fácil acceso para el mercado negro:
La calidad democrática del régimen de Transnistria es cada vez más cuestionable. El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha denunciado a Transnistria por poseer pocas garantías democráticas, a pesar de que allí se celebran elecciones multipartidistas cada cinco años. Además, aseguran que allí no se respetan los derechos humanos y que es una conocida zona de tráfico de personas, cigarrillos, combustibles y armas. Incluso se ha llegado a especular que desde esa región se enviaron armas para utilizarse en los conflictos en la ex-Yugoslavia. Se rumorea que estas armas serían las que fueron guardadas desde la época soviética, y aunque su funcionamiento es completamente dudoso, es un gran foco de conflictos diplomáticos.
¿Es posible que Transnistria sea anexada por Rusia?
Sigue muy presente entre los transnistrios una de las aspiraciones más destacadas, la de anexarse a la Federación de Rusia. Su cercanía geográfica, cultural, histórica e ideológica es uno de los argumentos principales que utilizan sus líderes políticos para justificar este deseo. Esta aspiración se multiplicó en los últimos años por la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014. Además, el conflicto en Ucrania también ha tenido un efecto en este mismo sentido. No obstante, la cuestión de la anexión de Transnistria a Rusia sigue siendo un tema que genera muchas controversias e incertidumbres. Moldavia y gran parte de la comunidad internacional se oponen a cualquier intento de anexión, argumentando que la región es parte integral de Moldavia.
Es por demás interesante seguir el hilo de cómo se seguirá desarrollando la política en esta zona, ya que es un gran punto estratégico que puede ser muy clave para el futuro próximo.