Por Carla Crimella
NELSON MANDELA: LARGO CAMINO HACIA LA LIBERTAD
Su nombre es símbolo de libertad en el sentido amplio de la palabra. Fue lo que tanto buscó y anheló durante 27 años de cárcel después de la lucha contra el sistema del apartheid, que lo condenó por “sabotaje y conspiración para derrocar al gobierno”. Tras su liberación y la finalización de la segregación racial en 1990, Mandela abogó por la unión sudafricana y no por la venganza, lo que entendía que llevaría a aún más caos y no a una posible reconciliación. En este sentido, ha sido reconocido internacionalmente como un líder inspirador, recibiendo en 1993 el Premio Nobel de la Paz junto con su predecesor, F.W. De Klerk por la transición pacífica luego del sistema racial de segregación. Madiba, contaría más adelante que “mientras salía por la puerta que me conduciría hacia mi libertad, supe que si no dejaba atrás mi amargura y mi odio, todavía estaría en prisión.”
En 1994, asume como Presidente de Sudáfrica, siendo sus políticas principales la eliminación de todo tipo de discriminación -sobre todo la institucional, muy arraigada en esos tiempos- la pobreza, la amplia desigualdad social, pero así también, como ya se dijo, la reconciliación de todos los sectores de la población con miras de futuro y de soluciones que promuevan el bienestar sudafricano. Recordó que la lucha por la liberación no había sido una batalla contra otros grupos o minorías (blancas, mestizas e indias) sino contra un sistema represivo.
La Copa Mundial de Rugby de 1995 se disputó en el país y sirvió de oportunidad a Mandela para, a través del deporte, comenzar con la prometida unificación, ya que el equipo nacional, los Springboks, eran en su mayoría blancos, excepto un jugador, Chester Williams lo que significaba para muchos la continuación -de cierta manera- del poderío blanco. El odio hacia ellos era tan extremo, que la mayoría de la población negra alentaba por el equipo contrario cualquiera que éste fuese. Para la mayor parte de los ciudadanos, los Springboks no los representaba en lo más mínimo. A pesar de esto, Mandela les brindó su apoyo reuniéndose un año antes con el capitán, François Pienaar para explicar su idea e invitándolo a dar clases de rugby en los lugares más desfavorecidos del país, pero también para que convenza a sus compañeros de seguir esa línea. Por esta razón, Mandela fue extremadamente criticado por sus votantes y miembros de su partido. Con esa terquedad muy característica, hizo oídos sordos y contra todo pronóstico, Sudáfrica se convirtió en campeón ese año, donde todos los estratos de la población agitaban la bandera constitucional del país unidos por la alegría.
EL LEGADO MANDELA EN LA ACTUALIDAD
Cada 18 de julio se celebra el Día Mundial de Nelson Mandela, fecha que conmemora su nacimiento y ratifica su lucha como uno de los líderes más importantes del siglo XX. Su legado perdura y no puede negarse que Sudáfrica tuvo un antes y un después en su paso por la presidencia. Su visión de equidad e igualdad de oportunidades para todos, teniendo como base el mérito y no la raza, sirvió para unir una nación dividida pero además, es un tema que aún hoy -lamentablemente- sigue en discusión en otros lugares del mundo. Considero importante remarcar las palabras del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres: “Cada uno de nosotros puede marcar la diferencia en la promoción de la paz, los derechos humanos, el desarrollo sostenible y una vida digna para todos. Cada uno de nosotros se puede inspirar en el ejemplo de Nelson Mandela. Aprovechemos el legado de Nelson Mandela.”
En ese día, se incentiva también el servicio público y la ayuda en las comunidades a las que uno pertenezca, todo esto suma a la promoción de ese día y el recuerdo de un líder histórico.
SUDÁFRICA HOY. GOBIERNO. ORGANIZACIÓN. POLÍTICA EXTERIOR.
La República de Sudáfrica es un país soberano, reconocido internacionalmente, cuya forma de gobierno es la república parlamentaria. Es uno de los dos países, que en la actualidad, posee tres capitales: Pretoria (sede del Poder Ejecutivo), Ciudad del Cabo (sede del Poder Legislativo) y Bloemfontein (sede del Poder Judicial).
Cultural y étnicamente, es una tierra diversa, con once idiomas oficiales y variadas creencias religiosas. Sin embargo y a pesar que, como ya se dijo, el legado de Mandela perdura en la humanidad, los índices de desigualdad en el territorio han aumentado hoy en día, así como también la ola de criminalidad; y una nueva legislación que prohíbe a los blancos de ocupar ciertos puestos de trabajo fueron las causas para una masiva emigración. Tristemente, hoy en día sigue siendo uno de los países con las tasas de desigualdad más altas del mundo. El CNA (Congreso Nacional Africano, partido político gobernante) no tiene una buena aceptación, su ineficiencia para gobernar el Estado y las acusaciones de corrupción y violación contra su líder no hacen más que incrementar la incertidumbre.
En cuanto a su política internacional, Sudáfrica es uno de los miembros fundadores de la Unión Africana, y tiene la mayor economía entre los que la componen. El objetivo de la misma es principalmente eliminar los vestigios del período colonial y la solidaridad entre naciones africanas: tiene como ejes fundamentales el panafricanismo, entendido como liberación política y económica de África. A su vez, la Unión es miembro observador de la ONU.
La Unión Sudafricana, precursora del actual país, fue también, uno de los miembros fundadores de la ONU, siendo su Primer Ministro el encargado de la redacción del preámbulo de la Carta. Entre 2007 y 2008, Sudáfrica fue un miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Por otra parte, es integrante del Grupo de los 77 -siendo el país presidente en 2006-, de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur, la Unión Aduanera de África Austral, la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional, el G20 y el G8+5.
Por último, en 2010, la República se une a la alianza BRIC transformándola en BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), con el objetivo de forjar las relaciones comerciales de países en vías de desarrollo que representan, actualmente, 25,7% del PBI mundial. Para el año 2050 se estima que China e India serían las principales economías del mundo, superando a Estados Unidos. Todos los integrantes tienen en común la gran extensión territorial, cantidad de habitantes, recursos naturales y su activa participación en el comercio mundial, volviéndose atractivos como destino de inversión.
CONCLUSIÓN
A modo de finalización y a criterio de quien suscribe, Mandela ha representado la unión de un país sin esperanza luego del término de la segregación, convirtiéndose en un líder político reconocido de manera internacional, el cual sigue siendo recordado en la cultura a través de documentales, películas y trabajos sobre su vida que mantienen su legado intacto, además del día que se lo celebra particularmente.
No obstante, Sudáfrica sigue siendo un país inestable, desigual, inseguro, que debe rendir cuentas con sus ciudadanos por cualquier transgresión y recordar los valores de vocación y servicio públicos que una vez proclamó Madiba. Considerada como economía emergente, tiene la oportunidad de mejorar la calidad de vida de sus habitantes con el fin de garantizarles la estabilidad alguna vez prometida.
Recae en nosotros como pensadores del derecho y la política internacional, tener los ojos -y sobre todo la mente- abiertos a fin de comprender las nuevas perspectivas de un mundo que se encuentra en constante cambio, pero siempre recordar a los líderes que influyeron en las transformaciones positivas alrededor de é
REFERENCIAS
- www.un.org/es/events/mandeladay/legacy.shtml
- Mandela, Nelson. Largo Camino Hacia la Libertad. Editorial Aguilar.
- com/ser/2013/12/05/deportes/1386203295_850215.html
- un.org/es/exhibits/exhibit/aprovechar-el-legado-de-nelson-mandela
- exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/SUDAFRICA_FICHA%20PAIS.pdf
