Por Muhammad Jadur
En los últimos años un nuevo foco de debate surgió en material laboral pero que tiene relación directa con el comportamiento social y los aspectos culturales; Se trata de la jornada laboral, que fue poco a poco metiendo en las agendas de todos los actores sociales. En este sentido en el plano local e internacional muchas organizaciones han tomado la iniciativa de producir modificaciones en virtud de los nuevos paradigmas de la gestión del capital humano, donde los nuevos talentos valoran otros aspectos como el tiempo libre y la flexibilidad. En relación a esto muchas organizaciones ya obtienen resultados y mejoras significativas a nivel productividad por lo que esta tendencia es cada vez más influyente en la gestión organizacional.
Competencias claves de la jornada laboral.
A la hora de implementar este esquema de reducción gradual de la jornada, una competencia clave en su aplicación es la capacidad de organización y planificación. Para realizar estas implementaciones es necesario ajustar horarios, modificar tareas, procesos y muchas veces requiere un cambio en la planificación de los objetivos generales.
A nivel regional el caso de Chile que aprobó la reducción de la semana laboral de 45 a 40 horas, convirtiéndose en el país de la región con la menor carga horaria junto a Ecuador y a Venezuela. Por su parte, Brasil anunció que realizará una prueba piloto desde noviembre y durante tres meses, para la cual las compañías interesadas podrán registrarse desde agosto. Mientras tanto, en la Argentina, cuatro proyectos de ley fueron presentados en la Cámara de Diputados en los últimos meses en donde se espera expectante su aprobación para definir el futuro en materia laboral.
Según una encuesta de Adecco a nivel global, el 68% de los participantes coincide en que las empresas deben ofrecer opciones de jornadas reducidas sin una variable considerable en el sueldo; mientras que el 71% que las administraciones gubernamentales deberían realizar regulaciones en este sentido. A su vez, el 70% expresó que una semana de cuatro días tendría un impacto significativo en el equilibrio vida-trabajo.
Esta tendencia es una constante a nivel internacional y cada vez más países se unen a este esquema, como es el caso de Italia, Bélgica, Reino Unido, entre otros.
El cambio de paradigma como eje central del cambio cultural
Para aplicar un cambio de esta magnitud es necesario encarar un proceso de cambio cultural en las organizaciones. Como sabemos, este tipo de cambios no son nada sencillos y por el contrario requiere de una labor integrada de toda la organización y principalmente el convencimiento de quienes ocupan los cargos directivos. En este sentido vuelve a surgir la necesidad de una planificación y organización en altos grados de desarrollo. Si bien no hay una única receta, dado que cada organización posea diferentes realidad, recursos y características propias de su naturaleza productiva que hay que adaptar, se puede seguir un esquema más o menos homogéneo.
Hay aspectos importantes a revisar: Reingeniería de procesos, trabajar el liderazgo con los referentes que van a llevar la responsabilidad del cambio cultural, desarrollar el trabajo colaborativo en línea y el trabajo en equipo en general, hacer un plan de seguimiento de implementación, controlar avances, retroalimentar, entre otros que dependerán de la rama de la actividad a la que organización se dedique.
En este sentido, medir el cumplimento del plan y retroalimentar a todo el equipo es clave para afianzar el cambio. Se puede medir de diferentes formas e insistimos que la construcción de indicadores depende de las características de la organización, es decir, cada organización debe tomar los indicadores que más le sirven y se adapten a su campo de acción. Un objetivo general es lograr un equilibrio entre el bienestar de los colaboradores y la rentabilidad de la empresa. Ostros indicadores servirán para verificar el avance del plan de acción y documentar los resultados obtenidos. Alguno indicadores podría ser: Ausentismos, rotación, clima, engagement, alienación con la nueva cultura, entre otros.
Está claro que no se trata de un cambio sencillo de llevar a cabo, y reducir la jornada va a requiere de esfuerzos de todas las esferas de la sociedad, sin embargo, es algo inevitable y que trae aparejados beneficios para todos los actores sociales. El desafío es superarse, adaptar y retener el talento, quizás las horas de trabajo sean menores, pero en términos de productividad solo nos queda mejorar.
Bibliografía.
- Adecco Argentina, Semana de 4 días: ¿se puede reducir la jornada laboral? 22 de Mayo de 2023. Recuperado de: https://www.adecco.com.ar/blog/semana-de-4-d%C3%ADas-se-puede-reducir-la-jornada-laboral
- Laura Posano, ¿Impacta en la productividad? Las seis empresas argentinas que ya adoptaron una semana laboral de cuatro días. La Nación, 21 Julio 2023. Recuperado de: https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/made-in-argentina-primeras-experiencias-de-la-jornada-laboral-de-cuatro-dias-nid22072023/#:~:text=La%20jornada%20de%20cuatro%20d%C3%ADas,escalonada%20de%20cara%20al%202024.
- Ámbito Financiero, Jornada laboral de cuatro días: cómo les fue a los países que redujeron la semana laboral, 20/12/2023. Recuperado de: https://www.ambito.com/informacion-general/jornada-laboral-cuatro-dias-como-le-fue-los-paises-que-redujeron-la-semana-laboral-n5903561