Persiste desde hace más de una década la apasionada controversia sobre la masiva presencia china en África. La República Popular de China es indudablemente un actor clave en el orden internacional actual. Tomó el camino más complejo de la antigua civilización, y tras pasar por el Imperio y la Revolución Comunista, alcanzó el estatus de gran potencia moderna.
Su desarrollo, a partir de la reforma y apertura económica en el año 1978, produjo una serie de ambiciones políticas manifestadas una por una, dejando en claro con cierta perspicacia que es un hegemón capaz de modificar el sistema internacional.
El gigante asiático ha embarcado una expedición mundial que alcanzó países vecinos en el Sudeste Asiático y Asia Central, junto a las regiones de otros continentes.
En este artículo, revisaremos el caso concreto del continente africano, y la relevancia de la presencia china que poco a poco, de manera sutil pero atractiva, ha crecido de forma exponencial en los últimos años. Conoceremos de forma aproximada y multidimensional cuál es el impacto de la presencia de China sobre la situación económica y de gobernanza del continente africano.
Nada es casual ni relativo para el desarrollo político, económico y geoestratégico de China.
“El sueño Chino es, después de todo, un sueño de las personas. Solo podremos cumplir el sueño Chino cuando lo vinculemos con el anhelo de nuestra gente”.
Xi Jinping, 2015
Relación China-África: Una perspectiva a largo plazo.
La historia de la presencia China en África se remonta al siglo XV, cuando los mercaderes chinos llegaron a África oriental; en una de las siete expediciones marítimas del almirante Zheng He a la costa este de África.
Cabe destacar: la relación chino-africana actual tiene su mayor desarrollo en el periodo postcolonial, cuando China aumentó su cooperación con el continente en el marco de su campaña de solidaridad con los países en desarrollo, específicamente a través de las inversiones y el comercio.
A lo largo de la historia, se firmaron diferentes tratados y se llevaron a cabo numerosas conferencias entre los países asiáticos y africanos independientes, elaborando de esta manera un escenario estratégico (basado en inducir respeto, intercalado con expediciones militares) para la República Popular de China.
Desde hace más de una década, China fijó su interés por África principalmente porque tiene una serie de accesos a recursos energéticos, minerales, y materias primas. Conjuntamente, cultiva las economías africanas hacia sus propios intereses geoestratégicos, buscando apoyos en foros internacionales en cuestiones políticas. Como por ejemplo: el reconocimiento de Beijing y no de Taipéi.
Un elemento clave que permitió profundizar dicha relación, fue la creación de FOCAC (Foro para la Cooperación entre China y África) durante el año 2000, con el fin de optimizar las relaciones multilaterales con el continente africano. Como así también, durante el año 2010, Sudáfrica ingreso al BRICS, grupo que representa economías emergentes del siglo XXI y un gran bloque económico y político de primer orden.
China se presenta de esta manera, como la alternativa al “neocolonialismo” occidental. Sin embargo, el grado de dependencia comercial de África frente a China aumenta año tras año… China en África ¿Ayuda o arrasa?
La política económica de China en África
Ante todo, debemos tener en claro: China busca en África materias primas. En el año 2004, la exportación de África a China se desarticuló de la siguiente manera: 62% petróleo, 17% minerales, 7% productos agrícolas. Es decir, entre esos tres sectores encontramos el 86%. Por lo tanto, básicamente entendemos que China compra a África materias primas y le vende manufacturas y equipos. Por otro lado, el petróleo representa el principal producto de exportación de África a China.
La segunda fuente más grande de crudo de China después de Oriente Medio es África, de la cual recibe 1,4 millones de barriles por día, o el 22%. Destacamos como principales proveedores de petróleo, la República del Congo , Sudán del Sur y Angola (tercer proveedor de crudo en el año 2016).
China ha adoptado un enfoque multifacético en sus relaciones económicas con el continente negro. No solo observamos la estructura de importaciones y exportaciones sino también, el financiamiento chino que se otorga en forma de préstamos y créditos proporcionados por el Banco Popular de China, y el Fondo de Desarrollo China- África. Entre el 2000 y el 2014, los bancos, contratistas y el gobierno chino prestaron más de $ 86 mil millones a África, según SAIS-CARI.
Los préstamos otorgados por China se distribuyen en diferentes sectores, siendo el más beneficiado el desarrollo urbanístico en África. Actualmente, por ejemplo, en Costa de Marfil se está llevando a cabo la construcción de otra presa hidroeléctrica. En Etiopía, China financió y construyó la nueva línea de metro de Addis Ababa y la nueva línea ferroviaria de ancho estándar hasta el puerto de Djibouti.
Estas muestras concretos de políticas de estímulo, permiten observar la actual cooperación económica y comercial entre China y África, cada vez más próximas. Las inversiones del gigante asiático proporcionaron al “continente de la esperanza” capital, tecnología y oportunidades de trabajo muy necesarias, lo que constituye una hélice para el despegue de la economía africana. Además, considerando las tendencias actuales y proporcionando una mirada más de cerca a las relaciones económicas sino- africanas, revela que las inversiones y los flujos comerciales tal vez no sean tan unilaterales como “comúnmente” se describe. De hecho, para las empresas africanas que buscan expandirse en el exterior, China representa un destino de seguridad para sus inversiones.
Las exportaciones africanas hacia China.
Considerando lo antes mencionado, observamos que la mayor parte de las exportaciones africanas son de petróleo, pero África también exporta hacia China madera, metales, productos agrícolas, algodón, diamantes, tabaco, manganeso.
China mantiene una significante relación con Sudán, basada en el petróleo. Las inversiones millonarias que ha realizado China en este país (alrededor de 15.000 millones de dólares hasta la fecha) han ido a parar a más de 50 proyectos. Encontramos la construcción de oleoductos, refinerías, plantas eléctricas, etc. Sólo en este país, hay más de 120 empresas chinas instaladas, creando empleo e invirtiendo en obras privadas y públicas.
Un ejemplo clave que debemos considerar, posiciona a China como el mayor comprador de madera de el Congo, el cual, siempre ha tenido a la Unión Europea como su principal exportador.
No todo es “color rosa” en esta relación, el gigante asiático no sólo consigue materias primas y petróleo de África, sino que directamente está comprando tierras en distintos países del continente, para “estimular” su desarrollo e invertir; y de esta manera, optimizar sus recursos. Entonces, cabe preguntarnos: ¿África está en venta?
Hoy: Percepciones positivas o negativas en África?
“China tiene la intención de trabajar con Sudáfrica para implementar la Iniciativa Belt and Road y los resultados de la cumbre de Johannesburgo del Foro sobre Cooperación China-Africa (FOCAC), y para profundizar la cooperación de una manera integral y avanzar las relaciones bilaterales a un nuevo nivel “, dijo Xi.
En este contexto y al interior del proceso, podemos decir que China ingresa al continente negro con una fuerte impronta imperialista y mercantilista de “largo plazo”. La inversión china finaliza en numerosos países (Nigeria, Sudán, Angola, Sudáfrica), y el crecimiento de esta, durante el año 2014, fue de un 106%. A diferencia de inversiones de potencias occidentales, las cuales disminuyeron considerablemente. Sin embargo, frente a estas grandes cantidades de dinero, no se lograron crear puestos de trabajos estables y una economía sostenible; dejando en claro que La República popular China persigue sus propios intereses.
¿Estamos ante una relación desigual?
En este sentido, debemos considerar la otra cara de la moneda, la presencia China como negativa. África posee grandes recursos naturales pero carece de tecnología para explotarlos con sus propias empresas. Aquí, aparece el gigante asiático para poner en marcha grandes proyectos de desarrollo en dicho continente. Trabajando con sus materiales y su propia mano de obra, reduciendo al mínimo el impacto económico y social de tales inversiones en los diferentes países africanos.
En definitiva, China toma todo lo que está a su alcance. China seduce por su respeto a las instituciones, su rapidez y eficiencia en las obras, su pasado limpio del colonialismo y, sobre todo, su dinero. Pero las tendencias están cambiando. Por ende, la relación económica sino-africana también cambia, creando nuevos desafíos en este complejo entorno macroeconómico.
Podemos pensar que… ¿Estamos ante una conquista china silenciosa? ¿O África puede dar vuelta el tablero?
Bibliografía
-Recuperado de, http://www.focac.org
-Recuperado de , http://www.iberchina.org/files/china_africa.pdf
-Recuperado de https://www.casaasia.es/governasia/boletin6/pdf/africa_nueva_frontera_china.pdf
-Gustavo A. Girado ( 2017) ¿Cómo lo hicieron los Chinos? Ciudad autónoma de Buenos Aires, Argentina : Editorial Astrea.
-Recuperado, http://www.abc.es/internacional/20140512/abci-china-africa- 201405101726.html
Autora:
Elizabeth Moretta. Estudiante de Relaciones Internacionales para la universidad Siglo XXI y Licenciatura en Psicología para la Universidad Nacional de Córdoba.