Por Rosario Ferrer
La actual guerra entre Hamás e Israel puso al conflicto nuevamente en el centro de la escena internacional, invitándonos a analizar distintas alternativas para poner fin a las atrocidades que genera. La más famosa de ellas es la de los dos Estados separados, pero ¿es realmente una solución viable? ¿o sería peor el remedio que la enfermedad?
Guerra y búsqueda de soluciones
Siendo el conflicto palestino-israelí uno de los conflictos más complejos de la actualidad, los expertos en política internacional proponen posibles soluciones para dar fin a las tensiones y atrocidades cometidas entre la comunidad judía y la palestina.
Una de las soluciones más difundidas entre la comunidad internacional es la de los dos Estados, es decir, dividir Palestina en dos Estados independientes, uno árabe palestino y otro judío, y que Jerusalén quedara bajo un régimen internacional. Esta alternativa era la que originariamente la Organización de Naciones Unidas propuso en la Resolución 181 en el año 1947, pero la escala de violencia del conflicto aumentó considerablemente ese mismo año, por lo que la comunidad judía se apresuró y el 14 de mayo de 1948 proclamó la creación del Estado de Israel.
La precipitada creación de Israel supuso la modificación de la solución de los dos Estados, aunque su esencia sigue siendo la misma. Ahora, consistiría en establecer un Estado palestino independiente al ya existente Estado de Israel, el cual quedaría reducido a sus fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días de 1967. El Estado palestino en cuestión integraría los territorios de Cisjordania, la Franja de Gaza y, según algunos, también la parte este de Jerusalén.
¿Quiénes aceptan esta posible solución a la guerra?
Para explicar la posición de Palestina, debemos recordar que su territorio se encuentra dirigido por dos autoridades distintas, por lo tanto, sus posiciones respecto al tema también lo son. En 1988, el entonces líder palestino Yaser Arafat reconocía el Estado de Israel y su soberanía. Por el contrario, Hamás – grupo islámico palestino el cual controla la Franja de Gaza – no acepta la solución de los dos Estados y reivindica un Estado Palestino en todo el territorio histórico de Palestina (Hernández, 2023).
La posición de Israel se ha endurecido con el actual gobierno de extrema derecha nacionalista de Netanyahu. El primer ministro condiciona la creación de un Estado palestino a un reconocimiento por los palestinos de Israel como un Estado “judío”, a lo que se niega el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás (Hernández, 2023). Por otra parte, también busca anexionar Cisjordania a través de asentamientos ilegales, hecho por el cual ya ha contraído responsabilidad internacional.
Por su parte, la comunidad internacional y el mundo occidental se han manifestado a favor de la solución de los dos Estados, como cuando Naciones Unidas otorgó el status de Estado observador al Estado palestino. Sin embargo, considerando el contexto actual, esta alternativa está cada vez más lejos de ser una solución al atroz conflicto.
Inviabilidad y más conflictos
Lo cierto es que esta opción no contempla varias cuestiones fundamentales a tener en cuenta en este conflicto tan complejo, el cual combina elementos culturales, históricos, étnicos y religiosos.
Como mencionaba anteriormente, los desarrollos de la solución bi-estatal supone la existencia de dos Estados vecinos soberanos e independientes entre sí. Se tiende a asumir que cada pueblo puede tener soberanía sobre un territorio propio, en el que pueda promover el desarrollo económico y la expresión cultural de su pueblo, y que las condiciones de su autodeterminación pueden cumplirse haciendo valer el derecho a que los agentes externos no interfieran con los asuntos internos (Marion, 2006). Pero las propias condiciones del medio natural en el que estarían situados – como la escasez de agua o el suelo árido – conducirían a una interdependencia. Sin embargo, sería una interdependencia sumamente asimétrica debido a las desigualdades existentes de poder y conocimiento técnico (Marion, 2006). En otras palabras, la cercanía geográfica, sumada a las desigualdades entre las dos comunidades, no impedirían que las tensiones y, por lo tanto el conflicto, continúen.
Otro interrogante sobre el establecimiento de un Estado palestino es quién lo gobernaría, ya que, como ya mencioné, existe una autoridad palestina que dirige Cisjordania, pero el otro territorio palestino, la Franja de Gaza, es dirigido por Hamás. Ambas autoridades tienen opiniones políticas muy distintas, siendo la autoridad palestina mucho más pacífica y conciliadora frente a este tema que Hamás que aspira a la directa eliminación del Estado de Israel. Analizando estas posturas tan distantes entre sí, se dificultaría llegar a un consenso en torno a la cuestión de gobierno del supuesto Estado palestino.
Tampoco se tienen en cuenta las aspiraciones de los propios palestinos. Hay que considerar que luego de la fundación de Israel miles de palestinos fueron desplazados, viéndose obligados a dejar su hogar, pero con la esperanza de algún día regresar. Por este motivo muchos aún anhelan volver a su tierra, por más de que actualmente estén ocupadas por el Estado judío. También tenemos otra parte de la comunidad palestina la cual permaneció en el territorio de la actual Israel tras su nacimiento. Este grupo de palestinos sufre distintos tipos de discriminación, incluyendo violaciones de derechos humanos, por parte del Estado israelí; pero según muestran los sondeos, la mayoría no se mudarían a un Estado palestino fuera de Israel (Marion, 2006).
¿Existen otras alternativas para la solución a la guerra?
Considerando que la solución de los dos Estados, por más de ser de las más populares, lejos de ser una solución podría causar más problemas, empiezan a resurgir otras opciones para lograr el anhelado estado de paz en Medio Oriente. Entre ellas se encuentra la de un único Estado soberano secular para Palestina e Israel o la de un federalismo nacional. Pero, lo cierto es que este conflicto precisa una solución definitiva y de forma urgente para terminar finalmente con la crisis humanitaria que trajo aparejada desde sus orígenes, siempre velando por la igualdad entre las partes afectadas.
Referencias
Orozco, F. H. (2023, enero 31). ¿Qué es la solución de los dos Estados entre Israel y Palestina? Expansión. https://expansion.mx/mundo/2023/01/31/que-es-la-solucion-de-los-dos-estados-entre-israel-y-palestina
Young, I. M. (2017). Desafíos globales: guerra, autodeterminación y responsabilidad en torno a la justicia.