Por Kiango Simms
El artículo trata sobre como la influencia francesa en la región de África occidental se ve amenazada por la creciente incumbencia del Estado ruso. Bajo este escenarios se busca explicar como las dinámicas de inestabilidad política y yihadismo radical operan como catalizadores del proceso.
RUSIA-FRANCIA: EL AVANCE RUSO EN ÁFRICA OCCIDENTAL
La histórica zona de influencia francesa: la influencia económica y militar de Francia en África Occidental ha sido un tema recurrente de debate y críticas en el ámbito académico durante décadas, a causa de su legado colonial y la persistencia de su presencia en la región después de la independencia.
En términos económicos, Francia se ha posicionado de manera dominante en la región a través de sus inversiones en sectores clave como la minería, la energía y la agricultura, así como mediante el uso del franco CFA como moneda de intercambio en la zona del África Occidental.
En el ámbito militar, Francia mantiene una presencia significativa a través de sus bases militares, su participación en operaciones militares y misiones de mantenimiento de la paz. Desde la década de 1960, Francia ha intervenido en diversos conflictos, incluyendo la guerra civil en Costa de Marfil, la guerra civil maliense y, en los últimos años, ha intensificado su lucha contra el yihadismo en países como Mali, Burkina Faso, Níger, Chad y Mauritania.
Si bien estas intervenciones han sido justificadas por Francia como necesarias para proteger los intereses franceses y la seguridad regional, la política exterior francesa hacia sus antiguas colonias africanas, conocida como “Françafrique” ha sido criticadas por algunos expertos y activistas. Argumentan que estas prácticas perpetúan una relación asimétrica entre Francia y los países africanos, de la misma forma que la influencia e injerencia económica limitan la capacidad de los países africanos para tomar decisiones autónomas acordes a sus intereses.
En este contexto, los estados de la región han buscado nuevos aliados externos con el objetivo de alcanzar una mayor autonomía política y de desarrollo. En este sentido, algunos países de la región han establecido acuerdos económicos con China, mientras que otros han optado por acercarse a Rusia en el ámbito estratégico y militar. Esta situación podría generar tensiones y convertir a África Occidental en un nuevo foco de conflicto entre Occidente y Oriente.
PRESENCIA MILITAR RUSA EN ÁFRICA
La creciente presencia de Rusia en África en los últimos años ha generado preocupación en algunos sectores debido a su potencial amenaza a los intereses franceses y europeos en la región. En particular, se ha observado un aumento en la cooperación estratégico-militar en algunos países africanos, lo que incluye la construcción de bases militares y la venta de armamento y tecnología militar.
Cabe destacar también el rol en expansión de la empresa de seguridad privada rusa, el Grupo Wagner, conocida por su participación en conflictos como la Guerra Siria y el conflicto en Ucrania. En los últimos años, el grupo ha desplegado un gran número de tropas en el continente africano, lo que ha generado preocupación en algunos círculos.
Rusia ha establecido una cercanía con países que han enfrentado problemas con el renacer del yihadismo radical y la inestabilidad política. Actualmente, los vínculos del estado ruso y sus aliados se desarrollan más fuertemente en Mali, Burkina Fas, Libia, Sudán, República Centroafricana, Madagascar y República Democrática del Congo.
YIHADISMO RADICAL E INESTABILIDAD POLÍTICA
El yihadismo y la inestabilidad política son dos factores que tienen un impacto significativo en la problemática de África Occidental. En primer lugar, el yihadismo se ha expandido en la región en las últimas décadas, aprovechando la falta de desarrollo, la marginación social y la debilidad de los estados. Los grupos yihadistas, como Boko Haram y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), han llevado a cabo ataques mortales en varios países de la región, generando un clima de inseguridad y desestabilización.
En segundo lugar, la inestabilidad política y la fragilidad de los estados también contribuyen a la problemática de la región. En muchos países de África Occidental, las instituciones políticas son débiles, lo que socava la capacidad de los estados para brindar servicios básicos a la población y mantener la seguridad. Además, la falta de gobernanza efectiva puede generar tensiones étnicas y religiosas, lo que contribuye a la inestabilidad y la violencia.
La combinación de estos factores, yihadismo e inestabilidad política, ha creado una situación compleja en África Occidental que puede tener consecuencias significativas en la política, la economía y la seguridad de la región.
¿UN NUEVO FOCO PARA EL CONFLICTO OCCIDENTE – ORIENTE?
La región se ha convertido en un terreno de juego para las rivalidades geopolíticas regionales e internacionales, lo que ha intensificado los conflictos y la violencia en algunos países. Ante la situación global, es posible que las tensiones entre occidente y oriente se puedan ver reflejadas cada vez más en el territorio africano como un todo.
Históricamente, África Occidental fue más vinculada al mundo occidental debido a la influencia colonial y los lazos comerciales y políticos establecidos en el siglo XX. No obstante, la creciente presencia económica y diplomática de China y Rusia en la región, junto con los esfuerzos continuos de Francia y otros países occidentales para mantener su presencia y la lucha contra el terrorismo yihadista, han llevado a una mayor complejidad en las relaciones internacionales en la región.
Las rivalidades geopolíticas regionales e internacionales pueden intensificar la inestabilidad y la violencia en la región, lo que podría tener consecuencias significativas para la seguridad regional e internacional. Además, la lucha contra el terrorismo yihadista en la región también ha llevado a la intervención de fuerzas militares extranjeras, lo que ha generado cierta tensión y resistencia entre la población local, que pide por un cambio urgente de paradigma.