EL MANIFIESTO ÁGIL

Por Muhhamad Jadur

En el año 2001 con el objetivo de debatir sobre como implementar mejores prácticas, técnicas y procesos para desarrollar la industria del software, se reunieron en Estados Unidos, los llamados creadores del manifiesto ágil. Durante aquel encuentro, fue acuñado el término métodos ágiles, en referencia a metodologías livianas y emergentes que aparecían como alternativa a métodos mucho más formales, rígidos y pesados de aquella época, como CMMi, SPICE, etc., los cuales tenían una naturaleza fuertemente prescriptiva.

 

Los primeros “agiles”

La historia del desarrollo de software ágil comienza mucho antes de la creación del manifiesto. En plena crisis del software, durante los años 90, el tiempo para suplir una necesidad comercial validada por el software correspondiente en producción podía llegar a ser de hasta tres años, según estimaciones de los expertos de la industria de la época.

Dado que las empresas y sus necesidades son cambiantes, esto generó que muchos proyectos se cancelaran y muchos otros terminaran, pero sin satisfacer dichas necesidades incluso cumpliendo sus objetivos originales.

En esa época, había un grupo de desarrolladores que, frustrados por esta situación, comenzaron a reunirse informalmente buscando soluciones más oportunas y formas más receptivas de construir software sin procesos de ingenierías de software tan pesado y rígido como los que proponían los modelos tradicionales de esa época.

Este grupo de entusiastas, conformado por diecisiete integrantes, todos ellos referentes de la industria del software, buscaban formas de construir rápidamente software y ponerlo en manos de los usuarios finales, pero en sus encuentros no hablaban del término ágil, sino más bien de lightweight o métodos livianos hasta ese momento, aunque estos términos no convencían del todo a ninguno de los integrantes. La retroalimentación rápida y la voluntad de cambio resultaron ser las características clave de este nuevo movimiento.

Estos encuentros concluyeron en la famosa reunión de Snowbird, en Utah, a principios de 2001, en la cual firmaron el Manifiesto ágil.

Los firmantes finalmente eligieron la palabra “ágil” porque representaba la adaptabilidad y la respuesta al cambio, que eran conceptos sumamente importantes para ellos.

 

Los firmantes del Manifiesto ágil

Brian Marick,  Kent Beck. Mike Beedle, Alistair Cockburn, Arie van Bennekum, Ward Cunningham, Andrew Hunt, Martin Fowler, Dave Thomas, Jim Highsmith, Ron Jeffries, Jon Kern, James Grenning, Robert C. Martin, Steve Mellor, Ken Schwaber, Jeff Sutherlan.

Apoyados en el Manifiesto Ágil, firmado en 2001, se puede, rápidamente, decir que los pilares de la agilidad son las personas, la entrega de valor, la colaboración y la respuesta ante el cambio.

Pero si se mira la agilidad desde la visión más acotada de Scrum, se pueden rescatar tres pilares muy importantes también, que son los pilares de Scrum.

Estos pilares están en relación con un concepto fundamental de la agilidad que es el empirismo. Scrum es un marco de trabajo empírico, es decir que está basado en la experiencia y en la observación de los hechos. Y la agilidad está íntimamente relacionada a la observación y la experimentación para generar aprendizaje.

manifiesto agil

Transparencia

La transparencia promueve que la información relevante del proceso sea comprensible y accesible para todos los interesados, para impulsar una cultura de trabajo abierta en la organización, lo que permite visibilizar los problemas. En equipos ágiles se busca hacer visible todo lo que ocurre durante el proceso de desarrollo y no solo los resultados. La transparencia es el pilar que sostiene la inspección y la adaptación brindando claridad sobre dicho proceso.

Solo si las personas se manejan de forma transparente, con honestidad y apertura, serán capaces de generar un contexto emocionalmente seguro, basado en la confianza, en el cual no exista el miedo a equivocarse y experimentar

 

Inspección

Inspeccionar implica evaluar en equipo el avance del producto, su adopción y su impacto real sobre los clientes que lo utilizan. La inspección debe realizarse de manera periódica para detectar si existen desviaciones en el avance hacia el objetivo y sin interferir con el trabajo del equipo. En caso de encontrar desvíos, la inspección permite revisar y retomar el rumbo deseado.

 

Adaptación

Si se detectan desviaciones que exceden los límites permisibles; se deben realizar ajustes que permitan mantener un objetivo alcanzable. La adaptación comprende aquellos cambios que permitan implementar mejoras de cara al futuro minimizando los errores y los impactos.

La clave es poner en práctica estos tres conceptos de manera conjunta. De nada sirve la inspección sin transparencia o la inspección sin adaptación. Existe distintas variables de estas metodologías agiles pero con una visión común, ser ágil es una forma de pensar, vivir y hacer las cosas. Por ello el manifiesto ágil es importante, dado que expone los valores y los principios en los que se basan las metodologías agiles. También porque marco un punto de inflexión en cuanto a la difusión y adopción de las prácticas agiles.

 

BIBLIOGRAFÍA

3 de noviembre de 2022
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