El Regreso de Benjamín Netanyahu al poder

Por Alfonso Lorenzo de Olmos

En una nueva ronda de elecciones generales dentro del Estado de Israel, Benjamín Netanyahu, del partido Likud, logró conseguir una nueva victoria. Esto le permite a Netanyahu volver a ser el primer ministro de Israel, por lo cual va a afrontar una nueva serie de tareas políticas que irán desde lo interno hasta sus relaciones exteriores con los países vecinos y aliados en Occidente.

Las Elecciones en Israel

En los últimos dos años, el Estado de Israel no logró mantener un gobierno estable después de la partida de Benjamin Netanyahu como primer ministro. Fue así que en 2021 se habían realizado las elecciones parlamentarias que llevaron a la asunción de Naftali Bennet como nuevo primer ministro de Israel.

Desafortunadamente, la administración de Bennet, que debía durar hasta el 2025, no logró formar un gobierno estable por problemas internos que llevaron a la renuncia de miembros de dicho gobierno. A su vez, la cámara de Diputados anunció en el día 30 de junio de este año una nueva ronda electoral, lo que llevó a la asunción interina del Ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid. Una vez decidida la cuestión, las elecciones volvieron a suceder en el día 1º de noviembre.

En dicha fecha electoral, el partido Likud logró conseguir 32 escaños en la Knéset (Parlamento israelí), sus aliados ultraortodoxos 18 y la alianza Sionismo religioso 14, un récord para la extrema derecha. Sin embargo, la llegada de esta nueva coalición hace que este gobierno pueda ser el más a la derecha de la historia del país.

Benjamin Netanyahu, su gabinete y sus nuevos desafíos

Una vez logrado su retorno al poder, Benjamín Netanyahu se dispuso a armar su gabinete en base a la coalición que logró formar para cumplir su objetivo deseado. Dentro de su administración se destacan personalidades que poseen posturas favorables hacia la visión sionista de Israel como un estado absolutamente judío y nacional. Seguido de ello, por sentimientos anti-árabes, antinmigración no judía en suelo israelí, políticas anti-LGBT entre otras posturas a nombrar. Uno de ellos, Itamar Ben-Gvir, fue condenado en 2007 por incitación al racismo contra los árabes y apoyo al terrorismo. Dice que ahora está reformado, pero aún pide medidas enérgicas contra aquellos a los que considera como “terroristas” o “traidores”.

Netanyahu descartó lo que llamó “infundir miedo” sobre la salud de la democracia de Israel y dijo que el país seguirá siendo un “faro” para la región.

Más partidos mayoritarios han boicoteado el Likud de Netanyahu debido a su juicio por corrupción, en el que ha negado haber actuado mal. Herzog se refirió al juicio de Netanyahu, pero dijo que no representaba ningún obstáculo legal para que volviera a ser primer ministro.

Ante ello, el retorno del longevo primer ministro dejó un abierto sentimiento de escepticismo por parte del mundo islámico. Principalmente, el lado palestino que no lo ven con buenos ojos por los enfrentamientos y ataques en Gaza y a su vez en su acercamiento a la paz que no es del todo balanceada, según los palestinos. Más allá de ello, el líder del Hamas, Abbas ha expresado que hay que seguir negociando con Israel, más allá del propio Netanyahu. Lo mismo ha dicho la administración Biden, más allá de las felicitaciones que el presidente de Estados Unidos le dio por su triunfo.

A pesar de ello, Benjamín Netanyahu ha empezado a dar sus primeros pasos en su acercamiento hacia las naciones islámicas, mediante un nuevo acuerdo de cooperación con la Turquía de Recep Erdogan. Por el momento está de ver en como llevará a cabo con Líbano y Siria. Sobre todo, con el primero, por su descontento hacia el acuerdo que ambos países firmaron antes de las elecciones. También está en cuenta su posición en la guerra ruso-ucraniana, al cual ha dicho que consideraba en dar apoyo material al régimen de Zelensky. Pero no se ha detenido en pedir el presidente de Rusia, Vladimir Putin, que Netanyahu reconsidere sus acciones en Ucrania y de sus posibles políticas expansionistas, semanas antes de su prometido retorno.

Conclusión

Con el regreso de Benjamín Netanyahu al poder en Israel, la situación en el Medio Oriente vuelve a ser el centro de atención.

Es así como las primeras movidas del mandatario de acercarse a países del mundo islámico, como Turquía dan señales de cómo serán las posibilidades de cambio en las relaciones de Israel con sus acérrimos rivales en la región. Quizás logre establecer nuevos acuerdos de paz, como los que obtuvo con los Países del Golfo antes de ser depuesto en las elecciones del 2021.

Lo mismo que se espera de su acercamiento a la posibilidad de mediar el conflicto con Palestina, más allá de las posturas que tengan la administración alrededor de Netanyahu. Como también en como llevara a cabo sus políticas en cuanto a la situación de las minorías y también sus políticas de control migratorio y la situación económica que Israel enfrenta desde su partida.

 

 

Bibliografía:

5 de diciembre de 2022
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