Por Milagros Perrotta
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, emitió una orden ejecutiva en la cual sancionó, en primera instancia, a cuatro colonos de Israel por actos de extrema violencia hacia ciudadanos palestinos en Cisjordania. Al reclamo, se unieron países europeos como España, Irlanda y Bélgica quienes, por falta de unanimidad, no pudieron proceder con las medidas.
Las medidas restrictivas promulgadas por Estados Unidos prohíben a los colonos implicados la posibilidad de utilizar cualquier propiedad o recurso del país, además restringen el acceso al sistema financiero de los Estados Unidos.
Las medidas tomadas marcan un hito en la política exterior del país respecto a las relaciones internacionales con el país amigo, Israel.
Las declaraciones del presidente estadounidense apuntan a acciones que socavan los pilares de la política exterior, la paz y seguridad de la región. En respuesta, Netanyahu se manifestó en contra de las medidas tomadas diciendo que eran drásticas y aludiendo al cumplimiento de la ley por parte de los ciudadanos israelíes.
Israel: La fortaleza de las relaciones diplomáticas
La relación de amistad entre Estados Unidos e Israel se remonta a 1948 cuando el gobierno estadounidense reconoció el Estado de Israel mostrándole su apoyo incondicional.
Durante los primeros años, la política de Estados Unidos en Oriente Próximo, se daba por dos motivos; por un lado buscaban prevenir una posible carrera armamentista y evitar el avance de influencia de la Unión Soviética en la zona.
A partir de la gestión de Kennedy, ambos pactaron una alianza militar basada en una ventaja militar cualitativa (QME), acuerdo de cooperación estratégica y como aliado importante extra OTAN.
El punto de cúlmine más significativo en las relaciones internacionales se produjo durante la administración de Trump quien reconoció en 2015 a Jerusalén como capital de Israel moviendo la embajada estadounidense a Tel Aviv.
Sin embargo, con la salida del mandato de Trump y la entrada de Biden al poder, las relaciones diplomáticas de los países volvieron a la doctrina aplicada por el expresidente Obama. Biden criticó la reforma judicial impulsada por Netanyahu en la que, el parlamento, aprobó una ley donde se le quita el poder a la Corte Suprema de anular decisiones del gobierno. Dicha reforma, generó múltiples y masivas manifestaciones tras ser considerada un ataque a la democracia y a la división de poderes.
Alianzas militares
Tras el atentado por parte de Hamas iniciado el 7 de octubre en el que murieron 1200 personas, Estados Unidos desplazó aviones de combate como los F-18, aviones de vigilancia E-2 Hawkeye, buques de guerra y soldados para proveer a Israel. Los aviones fueron enviados a bases militares estadounidenses en distintos puntos de Medio Oriente esperando órdenes por parte de Israel. Además, funcionarios de defensa afirmaron que Israel fue provisto de misiles interceptores para utilizar en el sistema antiaéreo Domo de Hierro y misiles de diámetro pequeño.
Los buques desplegados cargan con helicópteros y naves de asalto fáciles de introducirse en territorio hostil. El objetivo de Estados Unidos es mostrar su presencia militar en la zona con el fin de disuadir a Hezbollah e Irán.
En lo que respecta a los aviones de la Fuerza Aérea, Estados Unidos busca reformar los escuadrones de aviones A-10, F-15 y F-16 enviando refuerzos de aviones caza.
Una nueva política de cambio para Israel
Biden advirtio que Israel esta perdiendo apoyo debido a los bombardeos en la Franja de Gaza y recomendó al primer ministro, Netanyahu, un cambio dentro de su politica. Las declaraciones del presidente estadounidense fueron muy claras: describió al mandatario israelí como “el más conservador de la historia de Israel” y aludió que el mismo “no quiere una solución de dos Estados”.
Debido al aumento de los ataques a civiles en Gaza, Estados Unidos le pidió a Israel que busque minimizar la muerte de palestinos aumentando la presión hacia el gobierno de Netanyahu.
Para concluir, como mencioné anteriormente, Joe Biden no sigue la misma línea que Trump respecto a sus relaciones con Israel. Biden se opone a que Israel ocupe la Franja de Gaza mientras que lo presiona para que no siga perpetrando ataques contra la población civil. Sin embargo y a pesar de ello; Estados Unidos fue el único miembro del Consejo de Seguridad que votó en contra de la resolución “alto al fuego humanitario inmediato”. Debido al poder de veto que tiene Estados Unidos por ser uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, la resolución fue desestimada.