Hugo Lilli. Politólogo y Escritor.
Si hablamos de expansión de las fuerzas armadas imperiales, surge el tema de las bases militares tanto estadounidenses cuanto británicas situadas en esta parte del mundo desde hace muchos años.
Resulta curioso que un órgano como el Consejo de Seguridad de la UNASUR haya obviado siempre en sus análisis geopolíticos la presencia de las bases militares del Reino Unido en la región. No sólo se trata de tenerlas en cuenta, sino de conocer cuál es la coordinación histórica y fáctica con las bases de los EEUU. Pero desafortunadamente las capas dirigentes de los países regionales padecen de una cierta miopía estratégica que les ha permitido hasta hoy desestimar las certeras versiones sobre los intentos de las fuerzas de la OTAN de apoderarse, en definitiva, de toda la biodiversidad iberoamericana.
Los emplazamientos militares
Las bases de Gran Bretaña son: Malvinas, Georgias y Sandwich en Argentina, y Tristán de Acuña, Santa Helena y Ascensión en el sector meridional del Océano Atlántico. Por contrapartida, las bases de EEUU, más importantes, son: Iquitos y Nanay en Perú; Tres Esquinas, Larandia y Arauca en Colombia; Aruba y Curaçao en Antillas; Roosevelt (y la recordada Vieques) en Puerto Rico; Liberia en Costa Rica; Comalapa en El Salvador; Soto Cano en Honduras; Rambala, Mensabé y Coiba en Panamá, Guantánamo en Cuba, Fuerte Aguayo en Chile y Estigabirria en Paraguay.
En Colombia la base Arauca es una instalación diseñada para combatir el narcotráfico pero también es un punto estratégico para el monitoreo de esta zona petrolífera tanto en este país como en Venezuela. La base aérea Larandia tiene una capacidad operativa que sobrepasa con creces al territorio Colombiano, permitiendo una cobertura para ataques en casi todo el subcontinente. La base Tres Esquinas sirve para operaciones terrestres, aéreas y fluviales convirtiéndose así en un punto estratégico de ataques contra la guerrilla además de ser receptor permanente de armamento.
Algo llamativo, es que las tropas norteamericanas tienen los mismos privilegios que las tropas de los países donde operan. De este modo, ninguna base militar paga impuestos de ningún tipo y de producirse daños materiales o víctimas humanas en el país donde se realizan las maniobras castrenses, éste no recibe ningún tipo de resarcimiento. A su vez, estas tropas no pueden ser juzgadas ni por los tribunales de la nación en la que cometieron el delito ni por la Corte Penal Internacional. Y no menos alarmante resulta el hecho de que los lugares de emplazamiento de dichas bases militares coincida muy bien con la ubicación geográfica de los principales puntos de biodiversidad, yacimientos petrolíferos y grandes fuentes de agua dulce.
El Comando Sur
En este contexto, no es menos importante la presencia del famoso United States Southern Command, que complementa los anteriores enclaves imperialistas siendo una especie de mega-base militar móvil que cuenta con varios portaviones y buques de guerra de gran tamaño que navegan las aguas del Atlántico Sur haciendo tareas de vigilancia, espionaje y monitoreo en una área que involucra a 31 países de América Latina. Ha venido realizando, a la vez, el entrenamiento de tropas sudamericanas y mesoamericanas mediante más de una docena de ejercicios militares multilaterales cada año. Su sede estuvo ubicada en el canal de Panamá durante casi un siglo, pero debido al acuerdo Carter-Torrijos del año 1997, EEUU se vio obligado a abandonar el predio de la base militar Howard en ese país y trasladarla a Miami, Florida. Este organismo, además, es el encargado de financiar, organizar y ejecutar maniobras militares, aéreas y navales en todo el territorio bajo su radio de acción. Dichos ejercicios pueden ser conjuntos cuando participan varias naciones, o simplemente bilaterales, y su fin sería el desarrollo y capacitación de las fuerzas armadas de América Latina pero según los intereses nacionales de EEUU, que generalmente no coinciden con los intereses del resto de los países.
Las operaciones militares realizadas
Ejercicio ATLASUR llevado a cabo en el Atlántico Sur con participación de tropas de Sudáfrica, Brasil, Uruguay y Paraguay. Incluyeron acciones terrestres, antiaéreas, antisubmarinas y guerra electrónica.
Ejercicio FUERZAS UNIDAS ejecutado en territorio argentino, uruguayo, brasilero y chileno con participación de tropas de todos los países suramericanos y de EEUU. Incluyeron simulación cibernética de misiones de paz de la ONU y además asalto aéreo y abastecimiento en vuelo.
Ejercicio UNITAS realizado en aguas del Atlántico Sur, costa atlántica de Brasil, Argentina y Uruguay, y costa pacífica de Perú. En este caso participaron tropas latinoamericanas, españolas y estadounidenses que practican guerra marítima con medios navales, aeronavales y de infantería de marina.
Ejercicio FRATERNO desarrollado en el litoral atlántico brasilero y argentino con presencia de tropas exclusivamente de Brasil. Generalmente se realizaron simulacros de guerra aérea y naval.
Ejercicio CABAÑAS llevado a cabo en territorio argentino con participación de tropas suramericanas y de EEUU. Este ejercicio estuvo referido exclusivamente a simulacros de misiones de paz.
Ejercicio AGUILA también realizado en territorio argentino con tropas de EEUU que incluyeron práctica de tácticas de combate aire-aire y aire-tierra.
Ejercicio CRUZEX ejecutado en suelo brasilero con tropas de ese país, Chile, Venezuela y Francia. En este caso se simularon ataques aéreos.
Conclusiones
Si bien estos emplazamientos militares y sus respectivos ejercicios han contribuido con asistencia humanitaria durante desastres ambientales como los terremotos de Chile, Haití, Costa Rica y Perú así como también en las inundaciones de El Salvador, Bolivia, Panamá y Guatemala, no son pocos los analistas que ven en eso una simple pantalla para ocultar objetivos inconfesables.
Bibliografía
Ceceña, Esther. La dominación de espectro completo sobre América, 28/01/2014, disponible en https://www.alainet.org/es/active/70829
Lindsay-Poland, John. Bases militares de EE.UU. en América Latina y el Caribe, 30/01/2017, disponible en https://www.alainet.org/es/active/17658
Scott Dale, Peter. American War Machine, Mariyland, Ed. Rowman & Littlefield, 2010.
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