La República Argentina se encuentra en un serio estado de colapso en materia Defensa. El fin de la Guerra Fría en 1991 se tradujo en la implementación de políticas que incluyeron el progresivo desmantelamiento del aparato militar de la mano de Carlos Saúl Menem, quien inició un fuerte recorte del Estado argentino, que incluyó principalmente el sector de la Defensa Nacional.
Una historia de varias décadas
Las privatizaciones de Fabricaciones Militares, SOMISA, la Fábrica Militar de Aviones, el fin del servicio militar obligatorio, como también la venta (clandestina, vía Panamá) de los obuses Oto Mellara 105 mm y los cañones CITER 155 mm a países como Ecuador y Croacia. Ex oficiales del Ejército Argentino que participaron en la sublevación Carapintada junto al Coronel Mohamed Ali Seineldin el 3 de Diciembre de 1990 se exiliaron del país al lograr Menem sofocar la rebelión, y se unieron a fuerzas militares extranjeras.
El ex Capitán Saavedra, Carapintada y alto oficial del Ejército de Croacia, participó en las guerras Yugoslavas desde 1991 a 1995, donde vio los cañones argentinos CITER 155 mm fabricados en Río Tercero participando activamente en el frente croata de la guerra balcánica (La Nación, 1999). También podemos incluir la suspensión del Proyecto Cóndor, que proveería a Argentina de vectores para la tecnología balística de cara a una plataforma misilística nacional (luego de presiones internacionales ante el interés de Muammar Gadafi de adquirir dicho vector), el sospechoso estallido de la Fábrica Militar de Río Tercero en 1994, donde meses antes, 16 obuses Oto Mellara 105 mm fueron enviados a reparaciones, regresando solo 2 de ellos a sus unidades operativas originales.
Caso similar ocurrió con los cañones CITER de 155 mm, como declararon ante la Justicia el Director General de Fabricaciones Militares, Luis Eustaquio Agustín Sarlenga (Poder Judicial de la Nación, Resolución N° 378. Río Cuarto, 2008) en la causa contra Carlos Menem y el General Martín Balza, entre otros.
Luego del menemismo
La década que le continuó a los años ‘90s no fue distinta en relación a las Fuerzas Armadas, pese a profesar un tinte político y una retórica totalmente opuesta a la de la década menemista. En el año 1993, el presupuesto militar de la Argentina consistía en 1.960,8 millones de pesos, siendo el más bajo de la década, subiendo a 2.023 millones de pesos en 1997-1998, año en que el país entra como aliado estratégico extra-OTAN (Oficina Nacional de Presupuesto, 2007) afianzando la relación de Argentina con las potencias occidentales. Durante los años de Cristina Fernández de Kirchner, la cifra destinada a Defensa nunca superó el 0,9 % del PBI Nacional, destinándose mayoritariamente al pago de salarios al personal.
Armas que estallan, aviones que caen, barcos que fondean, misiles que desaparecen…
El abandono material, el desmantelamiento, el cierre de unidades y el vaciamiento territorial desembocaron en hechos concretos. El sistema de armas Mirage III y Mirage V Dagger (caza interceptor y cazabombardero respectivamente) fueron dados de baja por llegar al límite de su vida útil (dejando definitivamente a la Argentina sin aviación de caza para la protección del espacio aéreo más extenso del cono sur).
La muerte de dos pilotos en Córdoba al caer el EMBRAER Tucano de instrucción donde volaban (2015), la muerte de un Cadete del Colegio Militar de la Nación en el 2012 al estallar en sus manos una ametralladora MAG 7,62 mm durante las maniobras conjuntas de Septiembre, el fondeo y hundimiento del destructor misilístico ARA Santísima Trinidad en Puerto Belgrano durante el verano 2012-2013, la caída de un cazabombardero A4-AR en Santiago del Estero en el 2013 (dejando a la IV Brigada Aérea de Villa Mercedes, San Luis, tan solo con tres ejemplares operativos de dicho aparato para custodiar los kilómetros fronterizos cordilleranos y cerrar el paraguas aeroespacial hasta la costa del Atlántico) sin mencionar los extraños casos de desaparición de armamento y munición de los arsenales militares, entre fusiles FAL 7,62 mm hasta un misil aire-aire Matra Magic durante la gestión de Agustín Rossi.
Para sumar, los IA 58 Pucará con base en Reconquista llegarán pronto al límite de sus horas de vuelo, lo cual dejaría la frontera norte sin aviación de combate para patrullar la porosa región, vigilada por radares obsoletos operados por personal de máxima capacidad y gran vocación. Este último agujero de miles de kilómetros buscará paliarse medianamente con el envío de los EMBRAER Tucano, aeronave pequeña de instrucción que puede artillarse para el combate y el seguimiento, mientras los Texan II adquiridos durante el 2017 reemplazarán a los mencionados aviones de instrucción en la Escuela de Aviación Militar para que quienes se encuentran realizando el Curso de Aviación de Combate no dejen de volar.
Un 2017 que continúa igual
La última y triste noticia es la pérdida del submarino ARA San Juan con sus 44 tripulantes dentro, que dejaría a la Argentina con un solo submarino operativo (ARA Salta y ARA Santa Cruz, uno de ellos en reparaciones por tiempo sin precisar) para patrullar los 6.581.500 kilómetros cuadrados de la plataforma continental, la más extensa del continente americano y una de las más grandes del mundo, donde la pesca ilegal internacional y la presencia militar británica no poseen barreras de contención, ante una Argentina que no puede efectivamente cubrir su espacio. El vacío de poder territorial se llena con otros poderes. Lo que un Leviatán no controle, lo controlará otro Leviatán. Quienes celebraron el desguace de las instituciones militares fueron funcionales a intereses extranjeros que buscan que ello ocurra, a pesar de los cánticos de soberanía y antiimperialismo que se hayan evocado.
En el próximo año, 2018, se celebrará en Argentina la cumbre del G-20 y los mandatarios más influyentes en la economía internacional estarán presentes en un país cuya capacidad para ejercer una Defensa sólida está en el colapso. Un Coronel retirado del Ejército Argentino habla de un “cromañón militar” refiriéndose al quiebre total de la estructura militar nacional luego de veinticinco años de permanente desmantelamiento y abandono (Falcone, L: 2006).
Iniciar de cero
Los desafíos son inmensos, considerando que la reconstrucción de semejante aparato lleva consigo una millonaria suma de dinero sostenida en el tiempo, ya que la dinámica en la adquisición de equipos nuevos se basa en la entrega de stocks por partes a plazos de varios años, completándose las entregas al cerrarse los pagos pautados por etapas. Por ejemplo, doce aviones pueden tardar varios años en entregarse totalmente, dependiendo los términos del proveedor a la hora de fijar las condiciones de pago. Sin tener en cuenta que doce aviones solo pueden equipar una brigada aérea de la Fuerza Aérea que posee una infinidad de ramificaciones, más las correspondientes al Ejército Argentino y la Armada Argentina. Y no solo la cuestión de adquisiciones es compleja, pues la presión internacional inglesa para que no se efectúen dichas compras es grande, sino la reactivación de las fabricaciones militares argentinas que fueron cerradas.
Personal de mantenimiento, héroes anónimos
Talento y profesionalismo sobran. Con el mínimo presupuesto y utilizando material sumamente barato, mecánicos y técnicos logran que aparatos aéreos y navales aún puedan volar o mantenerse a flote sobre las aguas, demostrando que los verdaderos héroes en esta historia de abandono institucional son las manos profesionales que en hangares, talleres y astilleros logran mantener en funcionamiento sistemas de armas tan viejos. El Ejército Argentino logró desarrollar un sencillo, pero eficiente, sistema de drones LIPAN poniendo en manifiesto el potencial en Vehículos Aéreos no Tripulados que poseen nuestras Fuerzas Armadas. Solo falta el financiamiento correspondiente.
El Ejército logró también convertir flotas de veteranos helicópteros UH-1H y Hughes 500 en una verdadera fuerza de despliegue rápido que opera con una eficiencia que nada debe envidiarle (en términos profesionales) al 75 Regimiento de Rangers estadounidense o al 7mo Regimiento de Caballería, siguiendo las doctrinas de aeromovilidad y versatilidad de los ejércitos modernos. Ser profesional en la austeridad es lo más valioso en estas instancias de la historia militar argentina, y el personal da muestra de estar a la altura de las circunstancias.
Pero el desfinanciamiento y décadas de desguace están llevando al colapso material de la Defensa Nacional y esto, a pesar de leerse en cifras, se traduce en víctimas humanas que no tienen su debida prensa, pues los militares fallecidos manipulando instrumental que se encuentra al límite de su vida útil superan los dados a conocer por los medios.
Obra arquitectónica gigantesca
La República Argentina es un país desarmado, expuesto, sin conciencia territorial de la política y sin pensamiento estratégico en materia Defensa. El trabajo es arduo y largo porque además de la recuperación material, exige un despertar en el pensamiento de la sociedad respecto al tema. Construir las instituciones militares del Estado moderno llevó décadas enteras de esfuerzo constante en ámbito material, doctrinal, académico, económico, etc.
Los generales de fines del siglo XIX como Richieri y Levalle, o los de entrado el siglo XX como los Generales Mosconi y Savio o el Brigadier San Martín, llevaron adelante obras faraónicas que fueron borradas de un plumazo por una sucesión de gobiernos (con el apoyo de oficiales militares) sin conciencia geopolítica.
La Cumbre del G-20 espera, y la situación militar argentina ya tiene visibilidad internacional. La cooperación de los demás Estados comprometidos en el evento será clave y sumamente valiosa para salvaguardar el espacio donde se realizará la reunión de mandatarios.
Bibliografía:
- La Nación. “Hay más sospechas por el tráfico de armas. El Ejército deberá rendir cuentas a la Justicia sobre faltantes de obuses desviados a Croacia, según se investiga en tribunales”. 28 de Septiembre, 1998.
- La Nación. “Se sabe dónde están las armas argentinas. Un ex militar carapintada, hoy en el ejército croata, revela datos inéditos.” Nota, domingo 24 de enero de 1999.
- Monserrat, Ximena. “Periodo de auge y desmantelamiento de la industria militar argentina.” Escuela de Defensa Nacional, Ministerio de Defensa. Documento de Trabajo N°17.-Oficina Nacional de Presupuesto, secretaria de Hacienda de la Nación. “Presupuesto de la administración nacional. Gastos por finalidad-Función y naturaleza económica. 1965-2006”. Buenos Aires, 2003; actualizado en 2007.
- Poder Judicial de la Nación, resolución N° 378. Rio Cuarto, 2008.
- Reficco, Ezequiel. “Argentina como aliado extra-OTAN de los EE UU: los factores detrás de la alianza”. Fundación CIDOB. Barcelona, 1998.
- Urien Berri, Jorge; Marin, Dante. “El ultimo colimba. El caso Carrasco y la justicia arrodillada”. Ed: Planeta. Buenos Aires, 1995.