Por Milagros Perrotta
El pasado jueves 22 del corriente mes, la ciudad de Krasnogorsk, ubicada al noroeste de Moscú, sufrió un atentado de terrorismo que dejó decenas de muertos y cientos de heridos. El hecho aconteció en una sala de conciertos en Crocus City Hall. ¿El culpable? ISIS.
El ministerio de Relaciones Exteriores ruso llamó a la comunidad internacional a condenar el atentado terrorista perpetrado por el Estado Islámico a los demás países del globo. Un hecho que conmociona a la comunidad internacional y nos invita a replantearnos la influencia y poder de acción de las organizaciones terroristas por fuera de Medio Oriente.
Advertencias que no fueron escuchadas
Las embajadas de Estados Unidos y Reino Unido ubicadas en Rusia, le habrían advertido al mandatario ruso, sobre la posibilidad de un ataque terrorista en Moscú a principios de marzo. Días después, otras embajadas como las de Alemania, Países Bajos y Letonia se sumaron a la advertencia, pidiéndo a sus ciudadanos extremar las medidas de seguridad y evitar encuentros masivos.
La misma fue desestimada por Putin aclamando que estas eran “un intento de intimidar y desestabilizar a la sociedad rusa” y a su vez, lo calificó de “chantaje absoluto”. Sin embargo, Putin mandó a reforzar la actividad antiterrorista por parte del FSB (Servicio Federal de Seguridad) quienes intervinieron en un tiroteo en la región del Cáucaso Norte en la que murieron seis miembros del ISIS.
El atentado en Moscú del jueves es una de las fracciones de la ofensiva que viene llevando a cabo el grupo ISIS en territorio ruso. El FSB habría intervenido en un posible atentado contra una sinagoga el pasado 7 de marzo.
Arsenal del ISIS
ISIS cuenta con alrededor de 100 tipos diferentes de armamento fabricado y diseñado proveniente de 25 países. Pero ¿de dónde proviene este equipamiento? la respuesta es muy simple, de Siria e Irak. El suelo iraquí es una “mina” colmada de armamento a disposición de grupos terroristas, estamos hablando de un claro tráfico ilegal y desregulado de armas que afecta a la comunidad internacional.
En el inventario se encuentran armas como los AK-47 de fabricación rusa, M16 estadounidenses, ametralladoras PKM rusas y chinas y fusiles de asalto ligero. El arsenal también comprende vehículos, armas y municiones que, según cálculos de la ONU, podrían equipar entre 40.000 a 50.000 hombres de un ejército.
A su vez, el estado islámico cuenta con armas de los ex militares sunnitas de Saddam, aliados de los terroristas, que suman aún más armamento a la inmensa cantidad que poseen.
Desafíos a la seguridad rusa respecto al terrorismo islamico en el pais
La religión se convirtió en un elemento de reivindicación nacionalista en los años 90, especialmente el Islam radical, de mayoria sunita, aplicando un nuevo paradigma basado en la etnidad-seguridad. El nuevo esquema de analisis toma una mirada negativista del Islam en la región, especialmente en Rusia.
Históricamente, la población musulmana habitaba en territorio ruso desde mediados del siglo VII y en el siglo X fue proclamado oficialmente el Islam como religión en la república de Tatarstán.
A pesar del aporte en la historia y cultura rusa, la comunidad musulmana se encuentra marginada de las esfera política y económica del pais ya que consideran al Islam como una amenaza para la seguridad del estado. De esta forma, Rusia cuenta con la estrategia en la prevención del extremismo violento (PEV), un plan que abarca medidas contra el terrorismo y medidas preventivas en lo que respecta a la adhesion de personas a grupos extremistas violentos.