El reciente discurso del vicepresidente norteamericano Mike Pence sobre la creación de una nueva rama de las Fuerzas Armadas, una suerte de “Ejercito del Espacio” o “Fuerza Espacial” para el año 2020, dejó al mundo perplejo, y ya se alzan voces a favor y en contra.
Un viraje político y la creación de la Fuerza Espacial
Los primeros discursos del presidente Donald Trump e incluso sus discursos preelectorales alentaban a un repliegue militar, a una revisión del gasto en defensa y a una vuelta a casa para muchos soldados americanos. Al cumplirse un año y medio en la administración, Trump no deja dudas de haber tomado la dirección opuesta en el país más militarizado del mundo, a lo que se observa un espectacular incremento en el gasto de defensa y la promesa de creación de una nueva rama en las Fuerzas Armadas, a ser llamada Fuerza Espacial Norteamericana (US Space Force). Esta nueva unidad se incorporaría a las ya existentes: Ejército (US Army), Fuerza Área (US Air Force), Marina (US Navy), Cuerpo de Marines y Guardia Costera.
Esta semana el propio Donald Trump, fiel al paradigma norteamericano de “the show must go on” (“el espectáculo debe continuar”, en español), instaba a sus seguidores a elegir, entre 6 modelos propuestos, el futuro logo para la Fuerza Espacial, como si eso haría depender la trascendencia de lo que en verdad se está discutiendo. Actualmente, las actividades espaciales dependen de la Fuerza Área Norteamericana, la cual se presenta como la principal detractora del proyecto. Sin embargo, será el Congreso quien decidirá, en última instancia, la creación o no de aquella unidad militar.
¿Qué hay en juego en el espacio?
Satélites estratégicos de comunicación, navegación, espionaje e inteligencia, y el riesgo de admitir que nuestra dependencia con respecto a ellos es absoluta. No es difícil imaginar, entonces, qué sucedería en una hipotética situación de ataque o destrucción de un satélite de tal importancia. Estados Unidos ve y entiende al espacio como otro territorio de influencia al cual proteger, donde puede proyectarse y utilizarlo para disuadir a sus rivales, preferentemente China y Rusia, que también tienen aspiraciones y proyectos militares relativos al espacio. Sin embargo, la teoría en la cual los países se arman no sólo para protegerse, sino para disuadir al rival ha conducido a una militarización sin medidas entre los contendientes, pensemos un instante en lo que fue la Guerra Fría. En un mundo difícil, militarizado y con cientos de problemas “terrenales”, avanzar hacia una militarización del espacio es incorporar más desconfianza, más tensiones y roces en un mundo de por sí convulsionado.
El Tratado del Espacio, que entró en vigor en 1967 y que por el tenor del momento cabría releer, regula los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio, propugna por la desmilitarización del espacio y por su utilización con fines pacíficos, ajustando la conducta de los Estados a los prescripto por la Carta de Naciones Unidas. Según el primer párrafo del art. 4 del tratado: “Los Estados partes en el Tratado se comprometen a no colocar en órbita alrededor de la Tierra ningún objeto portador de armas nucleares, ni de ningún otro tipo de armas de destrucción en masa”. ¿Qué ocurre con las armas convencionales? No están prohibidas. Con ello no habría inconvenientes para los sueños de guerras espaciales del presidente Donald Trump. El espacio ultraterrestre ya no es un lugar seguro, habría que preguntarse, también, si alguna vez lo fue.
Conclusión
De crearse esta nueva rama en las Fuerzas Armadas norteamericanas, sería el primer país en contar con una unidad especializada de este tipo. Los alcances y los objetivos ulteriores son una incógnita. Sorprende el silencio de António Guterres, el Secretario General de la ONU, al respecto y de la sociedad internacional en general. La vuelta al diálogo, al multilateralismo, a los espacios de concertación y cooperación parece una quimera entre los grandes líderes de nuestros tiempos.
Bibliografía
- Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes (19 de diciembre de 1966)
- Curso de Derecho Internacional Público y Organizaciones Internacionales. José A. Pastor Ridruejo. Páginas (456-467). 21ª Editorial Tecnos. Madrid. 2017.
- https://www.theguardian.com/us-news/2018/aug/10/space-force-everything-you-need-to-know
- https://www.theguardian.com/us-news/2018/jun/18/space-force-donald-trump-orders-new-branch-of-us-military
- https://www.telegraph.co.uk/news/2018/08/09/trump-administration-calls-space-force-established-2020/
Autor
Pedro Martin Lorenzi: Abogado por Universidad Nacional de Córdoba. Magister en Relaciones Internacionales y Derecho Internacional por Universidad Complutense de Madrid.