Por Pierre Carsana
El siglo XX es un antes y un después para la historia del hombre. Filosóficamente opuesto a sí mismo y a sus ideales, es un siglo de desarrollo científico y económico exponencial para el Oeste, pero es, ante todo, una época de liberación para el Este.
África es, sin lugar a duda, el continente que conquistó imperios, obteniendo su libertad y su soberanía. Históricamente, la región ha servido como fuente de poder, pero no para sí misma sino para otros; viendo sus tierras explotadas y destruidas para satisfacer intereses ajenos a su bienestar. Hoy, son muchas las naciones que aún siguen bajo gobiernos despóticos y corruptos y que parecen estar condenadas a vivir en la pobreza y la inseguridad. Es un continente rico en historia y promesas, pero primero debe enfrentarse a desafíos complejos profundamente arraigados a su tierra.
La Unión Africana
Pocos dudan de los enormes intereses e influencia que representa la región para sí misma y para el mundo. Su enorme potencial geopolítico debería permitirle ocupar el lugar que le corresponde en el escenario internacional como una fuerza para el cambio fundamental. Ante tal retórica, varios países del continente africano se han sumado a la visión de la unidad africana. La Unión Africana, o U.A., vio sus inicios en 1958 con la fundación de la Unión de Estados Africanos, reemplazada por la Organización de la Unidad Africana en 1963 y finalmente por la Comunidad Económica de África en 1991.
La actual Unión Africana fue establecida en 2001 como una organización política de 55 países africanos para promover la cooperación entre sus miembros, para borrar la huella de su pasado colonial y para desarrollar y proteger la soberanía de la región.
La organización tiene varias instituciones democráticas comparables a instituciones similares en Europa y América. Actualmente, cuenta con un acta constitutiva, antesala a una eventual constitución política en la cual se ha dictado una diáspora africana integradora de la totalidad de los pueblos africanos en todo el mundo. La organización se divide en varios organismos, siendo la Asamblea el más importante que sirve como espacio de debate y de toma de decisiones para los 55 miembros. Esta es complementada por la Comisión de la Unión Africana que actúa como un poder ejecutivo representativo de la Unión, ante el mundo, y es la encargada de elaborar proposiciones para ser discutidas por la Asamblea. Por otro lado, posee un Parlamento Panafricano en el cual hay 229 representantes de 52 países de la Unión que son designados por los respectivos poderes legislativos nacionales.
Los desafíos de la Unión Africana
Desafortunadamente, el progreso democrático queda opacado por la enorme desigualdad económica y social en la región. Además, la corrupción es elevada y los gobiernos, frecuentemente dictatoriales, no tienen ningún respeto por los derechos humanos. Resulta paradójico dada la centralidad de estos para la Unión. Un claro ejemplo es el controversial dictador Muamar el Gadafi, presidente de facto en Libia por 42 años, siendo uno de los principales promotores de la Unión. Además, debido a la heterogeneidad de culturas y de intereses, sus avances han sido lentos. Los acuerdos no son frecuentes, sin mencionar las muchas veces que los mismos miembros han saboteado a la organización para hacer valer sus objetivos individuales.
En cuanto al estado de desarrollo actual de la U.A., resulta interesante analizar ciertos elementos para obtener una visión muy resumida de los problemas. En particular, el Índice de Desarrollo Humano que toma en cuenta la esperanza de vida, la educación y por el ingreso per cápita. En efecto, el promedio de la U.A. es de 0.559 siendo considerado de nivel medio (entre 0.555 y 0.699) pero muy cercano del punto que se consideraría como bajo (<0.554).
Observamos claramente la heterogeneidad de la región. Vemos que, de 55 países, 30 de estos no llegan a superar el nivel bajo (en rojo) de IDH, así como también vemos como varios se encuentran en el nivel medio (anaranjado) e incluso los hay de nivel alto (verde). Sin embargo, cuando comparamos con el promedio mundial de 0.721, únicamente 5 países superan este nivel.
Otro elemento que nos permite entender mejor el contexto es el coeficiente de Gini, calculado entre 0 y 1 sobre la distribución de los ingresos, siendo 1 una sociedad completamente desigual y 0 perfectamente igualitaria. Dado los niveles de IDH, no resulta demasiada sorpresa percatarse es una región muy desigual. Tanto así, que uno de sus miembros, Sudáfrica, es actualmente el país con el coeficiente de Gini más alto en el mundo, de 0.63.
Finalmente, un último dato explicativo es el Índice de Percepción de la corrupción que mide los niveles de corrupción en el sector público según sondeos hechos a la población. Este da una nota sobre 100, siendo este el mejor resultado indicando una sociedad sin corrupción y, por el contrario, 0 siendo una sociedad completamente corrupta.
Nuevamente, los resultados muestran una región con niveles muy elevados de corrupción, teniendo en 2022 de los peores notados entre sus miembros, y cuyos puntajes no superan los 20 puntos, arrastrando así el promedio de la U.A. a un puntaje muy bajo de 32.41, es decir más de 10 puntos por debajo del promedio mundial de 43.
Grandes son sus desafíos de naturaleza compleja y de difícil resolución. La cooperación es fundamental y varias etapas deben de ser alcanzadas y logradas para resolverlos, principalmente el garantizar los derechos humanos, dentro de los cuales está el acceso a servicios básicos y una educación adecuada para la población.
Referencias
- ¨ Índice de Percepción de Corrupción del 2022 de Transparencia Internacional, https://www.transparency.org/en/cpi/2022
- ¨ Mapa N°48 titulado “Las 6 regiones de África” de 2017, sacado del sitio oficial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, https://www.oecd.org/swac/maps/
- ¨ Reporte 2021/2022 del Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas https://hdr.undp.org/system/files/documents/global-report-document/hdr2021-22pdf_1.pdf
- ¨ Sitio oficial de la Unión Africana en español, https://au.int/es
